La Film Symphony Orchestra cierra este domingo su gira en Palma con un concierto de casi tres horas con el mejor repertorio de John Williams. "Haremos un recorrido por los títulos más icónicos del compositor como Indiana Jones, Parque Jurásico, E.T. o Star Wars pero no faltarán otros títulos más desconocidos como JFK, El Patriota o Las Brujas de Eastwick", explica su carismático director Constantino Martínez Orts. "El repertorio es una muestra de esa banda sonora vital que llevamos todos dentro. Escuchar la música de Williams que abarca tantas épocas, tantos géneros y tantos directores nos permite hacer un recorrido muy justo por la historia del cine universal", explica la batuta que este domingo a las 19 horas dirigirá a la orquesta sinfónica líder en música de cine.

¿Este viaje por la historia del cine está acompañado por sus comentarios didácticos, un vestuario transgresor que rompe con los convencionalismos de la música sinfónica y un juego de luces que hacen que el espectador viva un concierto diferente?

Es nuestra idea. Queremos que el público tenga una experiencia más inmersiva con el apoyo de una iluminación espectacular que acompaña el concierto. Mis comentarios incitan al público a tener una escucha más activa, a estar pendientes de determinados detalles de las obras y a despertar de ese letargo que en ocasiones parece que acompañan los conciertos de música clásica. Se trata de despertar y disfrutar de una manera más intensa de la música de John Williams.

¿Es una manera de acercar a nuevos públicos la música sinfónica?

Sin duda, el objetivo es acercar la gran música de cine y la música sinfónica en general al gran público, que nadie piense que necesita ser un gran experto en música para poder disfrutar. Queremos democratizar la música, la música es un bien de todos y queremos que cualquier persona, sea niño, anciano o una familia, sin conocimientos musicales pueda disfrutar de este concierto.

¿Cómo ha evolucionado el público en estos siete años?

Estamos contentísimos porque el público ha evolucionado de una manera exponencial. Comenzamos con un concierto en Valencia hace siete años y esta temporada nos hemos planteado una gira de más de 65 conciertos. Hablamos de casi 90.000 espectadores en nueve meses. Por ahora estamos muy contentos con la reacción del público. El público viene, repite y trae a más gente.

¿Qué papel juega el vestuario diseñado por Jaime Guillen en este concierto?

Ubica mejor al público en lo que es la Film Symphony Orchestra, que no deja de ser una orquesta un tanto diferente al resto y que se sale un poco de los cánones habituales, por una parte, queriendo dejar el frac de lado, que es un vestuario más propio del siglo XVIII que no del XXI, y regalando al espectador una experiencia más cinematográfica. Es un vestuario elegante que nos ubica entre un músico guerrero o un súperheroe pero no deja de ser un vestuario de concierto que juega con las asimetrías y que ayuda a que el público se introduzca en una experiencia más allá de un concierto de una orquesta sinfónica clásica.

Se han quitado el frac. ¿De qué otros corsés tiene que deshacerse la música sinfónica?

No soy profeta de nada. Tengo mi propia visión. La música sinfónica tiene calidad, tiene historia para poder mantenerse y defenderse por sí sola pero en pleno siglo XXI habría que dar una vuelta a la hora de plantear los conciertos al gran público y a la sociedad del siglo XXI.

Es el mayor tributo a John Williams, un homenaje que coincide con su primera nominación al Oscar por El valle de las muñecas

De hecho, el tributo surge porque en 1979 John Williams ganó la primera nominación por El valle de las muñecas. A partir de aquí comienza una fulgurante carrera. Hablamos de cinco Oscar, 51 nominaciones y otros tantos Grammy, Bafta... Ha sido nominado en 315 ocasiones y ha obtenido 170 premios internacionales. Hablamos de una figura relevante como pocas en el siglo XXI.

La historia del cine no tiene sentido sin John Williams.

Por supuesto que no. Es una realidad. Es indiscutible que ha sido imitado por muchos y que su estilo ha sido un referente.

¿Grandes compositores de bandas sonoras serán recordados dentro de 100 años como Bach o Mozart?

¡Por supuesto! No me cabe duda. El don que Williams tiene para componer esas melodías, que son inolvidables, es lo que caracteriza a la música de Mozart. Es música tiene algo que otras no tienen y que hace que recordemos esas melodías.