Bernardí Roig (Palma, 1965) repite en la Bienal de Venecia, la exposición de arte más importante del mundo que inauguró su 58 edición la pasada semana con la participación de 90 países en otros tantos pabellones, para codearse con los grandes. El artista mallorquín, que ya estuvo presente en la última muestra de este gran encuentro de arte internacional, en 2017, forma parte de una colectiva impulsada por la Fondazione Berengo, denominada Glasstress, que puede visitarse desde el 9 de mayo al 24 de noviembre en la isla de Murano, conocida como la isla de cristal y famosa por la tradición del vidrio soplado.

Glasstress nació en 2009 con el propósito de recuperar el uso del vidrio en clave contemporánea. Desde entonces diversos creadores han explotado las diferentes posibilidades que este material ofrece, a través de esculturas, instalaciones u objetos de diseño. Si en años anteriores este proyecto hermanó obras del artista chino Cai Guo Qiang o la arquitecta iraquí Zaha Hadid, en la sexta edición de esta exposición, que ha sido comisariada por Koen Vanmechelen y Vik Muniz, Roig comparte espacio con otros artistas de Europa, Estados Unidos, Sudamérica, India y China, algunos de renombre internacional, como Ai Weiwei, Jaume Plensa, Joana Vasconcelos, Jean Arp, Jake and Dinos Chapman, Oksana Mas o Tracey Emin.

Una selección de altura para conmemorar los diez años de Glasstress y los treinta del Berengo Studio, fundado en 1989 por Adriano Berengo. Las obras de esta colectiva están marcadas por la experimentación y pueden contemplarse en un antiguo horno de principios del siglo XX reconvertido en espacio de exposición. La pieza que exhibe Bernardí Roig, ligado a Kewenig, lleva por título Il Diavolo e Le Due Teste di San Giovanni, y fue realizada in situ en Venecia en 2011 para el Glasstress de aquella edición.

En estos últimos años el trabajo de Bernardí Roig, siempre obsesivo e inquietante, se ha mostrado en numerosos museos e instituciones internacionales, entre ellos la Alte Pinakothek de Múnich; The Phillips Collection de Washington D. C.; el IVAM de Valencia; el Museo Carlo Billotti-Villa Borghese de Roma; o el Palazzo Fortuny de Venecia. Y en galerías tales como Max Estrella (Madrid), Galerie Klüser (Múnich), Galerie Kewenig (Berlín/Palma), Galleria Cardi (Milán) o la Galleria Marie-Laure Flesch (Roma y Bruselas).