La brisa acompañó al sol durante el segundo día de festival, que despegó con Goodman en el Steet Stage poniendo las primeras notas musicales durante su sesión. Puntual subió al escenario el rapero que conquistó el concurso Mallorca Live Talent: Andrew B Flat. Fue la primera de las actuaciones de ayer en el escenario Estrella Damm. Elegido entre las más de cincuenta bandas que se inscribieron en el certamen de este año, ayer recibió su premio: los aplausos de los asistentes más puntuales del segundo y último día de esta cuarta, exitosa y celebrada, edición del Mallorca Live.

En el Estrella Damm estuvo, después del rapero, una de las agrupaciones locales más clásicas de la isla, Dinamo. Llegaron para romper el hielo y lo consiguieron, con ellos empezaron a bailar los que estaban en el antiguo Aquapark de Calvià

La banda mallorquina Isla Iglú inauguró el Innside by Meliá Stage. Después, subió a ese mismo escenario el catalán Ramon Mirabet, que regaló una actuación emotiva y romántica, al principio, a la que añadió toques de jazz cuando se acercaba su final. Un concierto intenso -ayudaba la imagen del sol poniéndose a esa hora de la tarde- que congregó una importante multitud de asistentes.

A las 20.30 horas, las mallorquinas de Sweet Poo Smell abrieron la noche del escenario Fira B!. Tocaron algunos temas nuevos que pronto -esperan- sacarán en plataformas digitales. Muy influenciadas por el rock'n'roll de los 50, ofrecieron una actuación cañera que hizo bailar incluso a los más contenidos. Reivindicativas por naturaleza, para presentar su versión de Let's Lynch the Landlord, de Dead Kennedys, dedicaron unas palabras a los "buitres del norte que sobrevuelan nuestros barrios". "Mientras ellos que compran nuestras casas y se forran, nosotros tenemos que dejar nuestros hogares".

El público se despidió de ellas con un caluroso y llamativo aplauso. Decían las integrantes de la banda hace unos días a Diario de Mallorca que "a la hora que tocamos no habrá mucha gente". Pueden sentirse satisfechas porque lograron reunir ante su escenario un buen número de amables y animados espectadores.

Viva Suecia

"Llorar por costumbre hasta que algo nos alumbre, consumir los halagos, aceptar que nunca es demasiado". Son las primeras palabras de La piedad, el tema con el que Viva Suecia arrancó su concierto. Fue el más multitudinario hasta el del esperado Jamiroquai. Los murcianos se mostraron con ganas y brindaron una actuación con una energía desbordante.

Second fue otra de la bandas, también de Murcia, que brilló en el Mallorca Live. Su actuación, que tuvo lugar en el Estrella Damm, ganó público después de que los de Viva Suecia pusieran punto y final a su turno.

Los espectadores de esta banda, una de las más destacadas del panorama indie rock nacional, corearon muchas de las canciones que interpretaron. Destacó -¿cómo no?- Rincón exquisito. Lanzaron un mensaje para todo el universo: siguen divirtiéndose en el escenario y haciendo viajar a sus seguidores más fieles a lugares, claro, exquisitos.

Uno de los momentos más especiales, y privilegiados, puesto que el de ayer fue el único concierto que ofrecerá en España, de la jornada musical era la actuación de Jamiroquai, un histórico en estilos como el funk y el disco.

Primero aparecieron sobre el escenario un buen grupo de músicos que le arroparon durante todo el concierto, y que con sus habilidades invitaron al disfrute al gran público. Sin duda, Jamiroquai fue la formación que más gente reunió ayer.

El rey del Mallorca Live

Después de los músicos, irrumpió en el escenario el rey del Mallorca Live. Llegó con un atuendo muy propio de verano en Magaluf. Unos pantalones negros por encima de las rodillas, de chándal, con una chaqueta blanca de cremallera también deportiva. En la cabeza, una especie de casco luminoso que cambiaba de color.

El espectáculo estaba servido. O no. Sonó Little L y el público se animó. Un funcky mezclado con ritmos salseros dominó la primera parte de la actuación, que se mantuvo a medio gas. Su participación en el festival, al menos durante el inicio, no cumplió con las expectativas generadas. Los clásicos, como Alright, funcionaron y levantaron el ánimo de los que se encontraban en las últimas filas. Eso sí: profesionalidad y calidad musical. Interpretaron estilos nada fáciles de ejecutar en directo con tal dinamismo y particularidad. La fiesta siguió después del concierto del inglés. Vinieron más grandes bandas: The Vaccines, Fuel Fandango, Novedades Carminha y djs como Dixon y Mathew Jonson fueron indispensables para hacer que los asistentes al Mallorca Live Festival, cita que ayer casi alcanzó las 17.000 entradas vendidas, vivieran también ayer una noche de las que cuesta olvidar. Hasta el año que viene, si hay quinta edición.

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