Después de llevar sus canciones a la India, Londres y Dublín, Els Catarres hacen parada en Sineu el 30 de abril en un concierto en Sa Quintana que también contará con OR, con quien colaboran en el single del segundo trabajo discográfico de los mallorquines, En veu baixa. De hecho, los catalanes también han participado en el nuevo disco de Anegats, ànima niu, con la canción Tot o res. Juntos suman. "Estas colaboraciones son una manera de crear sinergias", remarca Roser Cruells que junto a Èric Vergés y Jan Riera Prats conforman Els Catarres. "La música en catalán está en un momento fuerte. Estas colaboraciones demuestran que nos queremos. Lo más bonito que hay es vernos como compañeros de viaje, no como enemigos. Es lo que le ocurre a la música en catalán porque es un territorio pequeño que entre todos debemos hacer piña. No tiene sentido que seamos compentencia", argumenta Cruells que deja claro que "la música en catalán vive un momento muy bonito. Hay estilos muy diferentes, lo que es sinónimo de que está más viva que nunca y que abarca todos los gustos musicales".

Muy ilusionados con el concierto de Sineu, Els Catarres llegarán con Tots els meus principis, "un disco un poco diferente a los demás". "Lo hemos hecho entre los tres. Estamos muy contentos porque siempre nos cuesta ponernos de acuerdo. Nuestros gustos musicales son diferentes pero éste es uno de los discos que sentimos más personal", razona. Es diferente porque es más eléctrico, algo que confiesa que ha sido liberador. Es el disco dónde han dado el salto más grande. "Nos hemos atrevido a dejar la instrumentación acústica. Hacía tiempo que teníamos la inquietud de hacerlo eléctrico pero no nos atrevíamos porque era como si nos hubieran impuesto que Els Catarres debían ser en acústico. Nos hemos sacado un peso de encima. La gente lo ha notado. Eso no quiere decir que un día regresemos al acústico pero teníamos ganas de dar este paso y eso nos ha relajado como grupo", confiesa Roser Cruells que define Tots els meus principis como "un disco muy festivo y positivo". Es la marca Catarres.

Precisamente es lo que argumenta si uno le pregunta qué hay en este trabajo de aquella Jenifer con la que alcanzaron la fama aquel verano de 2011. "Una de las cosas más importantes de Els Catarres es que miramos la vida de una manera muy vitalista, con muchas ganas de que las cosas funcionen, siempre buscando el lado positivo de las cosas. Es la marca Catarres. Es igual qué vestido pongas. Esta es nuestra marca real. Es igual si hacemos música electrónica o acústica porque la esencia de Els Catarres está presente en cada disco".

Els Catarres han llevado Tots els meus principis a Asia, Londres o Dublín, por ello, hacen un balance muy positivo de este trabajo que es "el más personal ". "Es un orgullo que la gente conecte con este trabajo que nos ha llevado a los lugares más inverosímiles como India, Londres o Dublín. Son sitios que nunca nos hubiéramos imaginado llevar nuestro proyecto y está gustando mucho", destaca Cruells. "Conectamos con nuestros ritmos y con la música. Estos conciertos nos permiten contectar con la parte más musical del grupo. Hay canciones que aquí funcionan y allí no tanto, lo que permite dar otra perspectiva a los temas. Nos va muy bien hacer este ejercicio porque es una forma de revalorizar las canciones y mirarlas desde otro punto de vista", razona cuando se le pregunta cómo conectan Els Catarres con el público asiático. Por ejemplo, Fins que arribi a l'alba aquí funciona muy bien ya que es nuestro single pero en la India no ha sido la que más ha gustado. El público conectó más con Vull estar amb tu", detalla Roser Cruells que avanza que el final de gira será espectacular. Han preparado un concierto sinfónico con The 1983 Symphonic Orchestra para el 29 de noviembre en Sant Jordi Club de Barcelona con más de 70 personas en el escenario. "Será un concierto de lo más especial".