El Consell podrá acceder a los interiores y a los bienes muebles de Can Pueyo después de Semana Santa. Según ha podido saber DIARIO de MALLORCA, Patrimonio ha recibido recientemente respuesta de los representantes legales de la propietaria del inmueble, Almudena de Padura y España, a su requerimiento para entrar y poder inventariar su valiosa colección de artes decorativas. Un procedimiento previo a la declaración de Bien de Interés Cultural. “Será este mes de abril, la semana después de Pascua”, confirma la directora insular del departamento, Kika Coll, quien se muestra prudente. Ahora toca ver si los cuadros, tapices, muebles, la importantísima biblioteca y otros elementos están en el palacio. Si así es, la catalogación empezará inmediatamente.

Hay que recordar que los técnicos del Consell ya pudieron acceder oficialmente al casal el pasado 26 de noviembre. “Nos dieron hora y día, pero nos encontramos con las salas desvestidas. Nos comentaron que estaban así porque tenían que hacer unas obras”, explica Coll. El busto de Augusto, protegido con la máxima figura jurídica prevista en la ley de patrimonio, sí estaba en la casa. Hay que recordar que el resto de bienes aún no están protegidos pero sí se ha incoado un expediente protector.

Es curioso, pero Can Pueyo siempre quedó fuera de las declaraciones BIC de los grandes casales de Ciutat. Pese a ello, y al contrario de lo que ha sucedido con otros palacios de propiedad privada que se han ido desmantelando durante generaciones (intactos están también Can Oleza y Can Vivot), el interior de la casa de los marqueses de Campofranco ha permanecido inalterable durante los últimos siglos. Es el único casal de Palma que mantiene la esencia del XVIII de la nobleza local. “Por todo esto, su protección era una deuda pendiente”, comenta la directora insular.

Ante la publicación en prensa hace más de un año de la venta de Can Pueyo a un grupo inmobiliario catalán para construir pisos de lujo (excepto en la planta noble), “y la posible salida de mobiliario, solicitamos una entrada al palacio que se nos denegó”, relata Coll. Una segunda solicitud de acceso también les fue rechazada.

Según escribió la historiadora del arte Aina Pascual en La casa y el tiempo, “Can Pueyo guarda en su interior el conjunto de mobiliario y decoración dieciochesca más suntuoso y homogéneo de la ciudad”. Por ejemplo, constan muebles italianos y mallorquines, como la cama que firmó Adrià Ferran; los tapices sobre cartones de Rubens; los zócalos del pintor barroco Guillem Mesquida; la biblioteca más importante de la Ilustración de Mallorca, la del erudito Bonaventura Serra i Ferragut, con su mesa del Santo Oficio; las lámparas de Murano o las sillas Luis XV.

Inspección en Can Vivot

Por otra parte, Patrimonio ha accedido recientemente a otro de los grandes casales que se conservan en Ciutat: Can Vivot. “Desde hace tiempo queríamos entrar para revisar cómo estaba este BIC, revisar la declaración y la conservación. Solicitamos el acceso hasta en tres ocasiones. Dos veces se nos denegó. Y ahora ya ha sido posible”, señaló Coll. “De hecho, ahora ya teníamos una solicitud realizada por parte del propietario para que fuéramos”, agrega la directora. “Ahora estamos pendientes del informe de esta visita, pero se hará una segunda para hacer algunas comprobaciones”, detalla. “Estas inspecciones son importantes y ha habido voluntad política por impulsarlas”, asegura. “Acceder a estos casales supone poner en marcha procesos complicados porque a veces hay circunstancias familiares muy particulares que lo dificultan”, concluye.