Hypnotic es una joven banda integrada por cuatro cantantes e instrumentistas -Sylvia K-Sley, Brownie M, Mark Witz y Ailion Elías- que proceden de las filas de SuperVoices, el conocido grupo a capela de pop-soul con reminiscencias armónicas de jazz que irrumpió en la escena hace tres años al ganar un concurso de Movistar y recibir el título de "mejor banda de rock y pop a capella de España". Un proyecto, el de Hypnotic, que nace con el deseo de "revolucionar" la escena con un programa que se nutre de hits de figuras de la talla de Stevie Wonder, Queen, Michael Jackson, Beyoncé o Lady Gaga pasados por el filtro de unas privilegiadas voces. Su bautismo escénico se produjo el pasado mes de diciembre en Felanitx y su presentación oficial tendrá lugar en el Auditorium de Palma el próximo 25 de abril.

Al enfrentarse a su cancionero, el cuarteto "transforma" esos hits y deja "volar la imaginación al máximo para darles una vuelta de tuerca", envolverlos en "un ambiente muy mágico" y defenderlos con tres voces, un piano de cola, cuarteto de cuerda y beatbox, esa forma de sonido vocal explotada sobre todo por el hip hop que se sustenta en la capacidad de producir ritmos, compases y sonidos con la boca, la nariz, los labios, la lengua y la voz. "Ver a un beatbox interpretando temas como los que hacemos siempre sorprende", reconocen.

La mayoría de temas seleccionados son de los años 80, 90 y 2000, "canciones que nos han movido y nos llenan a todos, que tienen una historia con nosotros y han marcado nuestra vida", apuntan Elías y Mark. "Cada uno ha puesto su semilla de su esencia", añade la rockera del grupo, Sylvia K-Sley, formada como cantante con Skyline y colaboradora, en el papel de corista, de Marta Sánchez en su disco 21 días. El repertorio abarca pop, rock, soul y rhythm and blues y lo ejecutan en inglés, castellano y catalán, lengua con la que se expresan en Boig per tu, de Sau.

La casa de Mark Witz, el alter ego de Marc Gómez, el pianista de Hypnotic que dirigió en su momento Rent el musical (pudo verse en el Auditorium en su día) y cofundó The Smooth Voices -el embrión de lo que luego sería SuperVoices-, les sirve de local de ensayo. Está situada en el barrio palmesano de Son Espanyolet, y es un pequeño apartamento convertido en "cueva de creación", con nevera y horno, en el que fluyen las ideas. "Ensayamos a todas horas, por la mañana o por la noche, y quiero subrayar que somos muy disciplinados", asegura Sylvia K-Sley. Disciplina y amistad, la que cultivan desde hace dos años, cuando se conocieron a través de una amiga, Carlota, quien les requirió para poner unos coros a la música del saxofonista, cantante y productor Florencio Cruz. "Desde aquel día y hasta hoy hemos tenido mucho feeling entre nosotros", reconocen.

Para sus directos apostarán por un "ambiente acogedor, cálido, cercano, mágico y muy íntimo", detallan, "para que los espectadores se sientan como en el salón de su casa". En el del Auditorium de Palma estarán arropados por un cuarteto de cuerda formado para la ocasión, con músicos de la escuela Phi, situada en la palmesana calle de Guillem Forteza, y tres voces de peso y "televisivas" en algún caso: las de Bruno Sotos, Roxy Rosario y Joan Bagur (Heroes Tribut Band).

Quién mejor que ellos mismos para hablar de sus propias voces. "La primera vez que escuché a Mark advertí que es una voz que te llena y emociona, llega directamente al alma", comenta Sylvia en referencia a Mark. Éste, por su parte, habla de Elías, el beatbox, en los siguientes términos: "Tiene muchísimos recursos rítmicos, sonidos diferentes, da un montón de juego y, sobre todo, mucho interés en aprender y seguir mejorando con el fin de encajar todo mejor". El beatboxer toma la palabra, para destacar "la potencia" de Brownie M, quien, cerrando el círculo, ensalza "la voz personal" de Sylvia, con la que dice entrar en "un estado de ensoñación" y disfrutar de "un viaje emocional" siempre que la escucha.

Para quienes se pregunten por qué un grupo paralelo al de SuperVoices, aclarán: "En SuperVoices, aunque tenemos libertad creativa, estamos encasillados en hacerlo todo a capela. Lo disfrutamos, pero llevávamos tres años muy intensos, haciendo solo arreglos a capela. Necesitábamos sacar una parte más creativa, la que no cabía en ese esquema a capela. No sabíamos muy bien cómo encaminarlo, pero hemos encontrado la fórmula, que esperamos que guste".