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Entrevista con Nico Casal - Compositor y Pianista

Las partituras que conquistaron a Katy Perry

Tras una década componiendo música para cine y televisión, el compositor gallego decide contar su propia película en 'Alone', su debut discográfico

Nico Casal compuso la música del corto ganador del Oscar Stutterer.

'Do sostenido mayor' sería la tonalidad más indicada para escribir la banda sonora del momento actual que atraviesa Nico Casal (Santiago de Compostela, 1986). Esta armadura musical, que añade a las siete notas de la escala diatónica un sostenido o semitono hacia arriba, explica gráfica y sonoramente la dirección ascendente de la carrera de este joven pianista y compositor gallego.

Sin embargo, no hay rosas sin espinas y a lo largo de su camino ha tenido que pelear por hacerse un nombre en el mundo de la composición musical para cine y televisión. Con un buen número de anuncios, películas, cortos y documentales a sus espaldas, no fue hasta que vivió la locura de los Oscar en primera persona, como compositor de la música de 'Stutterer' -ganador de la estatuilla en la categoría de Mejor Cortometraje en 2016- cuando consiguió la carta de presentación que tanto necesitaba para acceder al mercado. Incluso le abrió las puertas de la mansión de Katy Perry en Los Ángeles. La estrella de pop estadounidense le eligió para interpretar su disco 'Witness' al piano. "Fue una experiencia increíble", recuerda.

Katy Perry emitió 72 horas de su vida a través de YouTube para acompañar el lanzamiento de su disco 'Witness' en 2017. Pidió a Nico Casal interpretarlo al piano en las horas en las que ella aparecía durmiendo.

A caballo entre Madrid y Londres, disfruta de uno de sus momentos más dulces con la presentación de 'Alone', su debut discográfico, bajo el sello Point of Departure/PIAS. Después de ofrecer tres conciertos en Reino Unido, regresó ayer a su tierra natal, ni más ni menos que al Teatro Principal de Santiago de Compostela, al mismo escenario al que se subía de niño en las audiciones de fin de curso, señala.

Y es que después de haber puesto banda sonora a las historias de otros, ha decidido contar su propia película con acordes de música clásica, ritmos de jazz y ecos de electrónica. Su primer single, 'Ready to talk' -'Listo para hablar'- es toda una declaración de intenciones.

'Ready to talk', single del nuevo disco de Nico Casal.YouTube

-Compusiste los temas de 'Alone' hace ya dos años.

-Sí. Este disco nació un día que estaba en mi habitación improvisando música, intentando expresar cómo me sentía yo en ese momento. Y lo hice sin ningún tipo de expectativas, sin siquiera pensar en compartirlo y en cambio ahora tengo muchas ganas de que se escuche ya e incluso estoy pensando en el segundo disco (risas).

-¿Qué es lo que te animó a dar este paso?

Más que el qué fue el quién. Llevaba mucho tiempo haciendo bandas sonoras y me sentía cómodo detrás de un guión. Estaba acostumbrado a componer música para otros, pero nunca me había atrevido a hacer algo para mí. La gente de mi alrededor me ha animado mucho y aquí estoy. He tenido el valor de emprender con mi nombre y no con una película.

"'Alone' es cómo me sentía en ese momento. A pesar de estar en una ciudad de 15 millones de personas, en el fondo me sentía solo"

-¿Quién te convenció para sacarlo a la luz?

-Hamish Duff, mi manager, junto a uno de mis mejores amigos, Pablo Serrano, que además ha mezclado el disco y toca la parte electrónica, al escucharlo me dijeron: "aquí hay material". Pero tuvieron que insistirme mucho porque para mí era sólo un ejercicio. La opinión de mi hermano pequeño, Xabi, que no es porque sea mi hermano, pero creo que es uno de los mejores saxofonistas de Europa ahora mismo, también fue muy importante.

-¿El título refleja un estado físico o también anímico?

-Ambas cosas. 'Alone' es un título bastante explícito porque realmente es cómo me sentía en ese momento. Con esa sensación de que a pesar de estar en una ciudad de quince millones de personas y con mucha gente alrededor, en el fondo me sentía solo. Estaba pasando una mala racha y era una época de cambios. Llevaba viviendo en Londres bastante tiempo -compartía piso con otros tres chicos- y estaba ya un poco cansado. De hecho, poco después regresé a España.

Cuando estaba a punto de tirar la toalla

-Al cumplir los 30 pensaste en abandonar. ¿Es difícil vivir de la música?

Sí, la publicidad es lo que más se mueve pero también es lo más difícil de conseguir. En Londres trabajo para varias agencias y cuando voy a un casting aparecemos veinte compositores, así que es habitual que después de pasarte meses trabajando en un anuncio no resultes elegido al final.

Stutterer', el corto ganador del Oscar en 2016 en el que Nico Casal compuso la banda sonora.YouTube

-Como miembro del equipo del corto 'Stutterer' ganaste un Oscar en 2016, ¿qué ha supuesto ese reconocimiento para ti a día de hoy?

-La lotería del Oscar me vino muy bien. Me pilló en un momento en el que me costaba muchísimo conseguir trabajo. Entonces, aparte de la experiencia tan bonita y la locura tan surrealista que vivimos, me ayudó a seguir trabajando y a tener esa carta de presentación que me hacía falta para conseguir mejores trabajos porque en Londres me pedían referencias y yo había hecho películas en España, pero querían ver algo que conocieran. Después del premio empezaron a llamarme más.

La génesis de 'Stutterer'

Nico Casal conoció a Ben Cleary, el director de 'Stutterer', a través de un amigo. Jugando al ping pong en un bar le contó que estaba dirigiendo su primer corto, de forma casera, en su barrio, con la intención de divertirse, y buscaba a alguien para hacer la música. Cuando le contó la historia, Nico Casal dijo que sí y compuso la banda sonora para esta cinta protagonizada por un sordomudo que ganó el Oscar a Mejor Cortometraje en 2016.

En la ceremonia coincidió con Thomas Newman, que estaba nominado por la banda sonora de 'El puente de los espías' y con Ennio Morricone, otro de sus grandes ídolos, que se llevó la estatuilla por 'Los odiosos ocho' de Tarantino.

-Otro de los momentos más inesperados en tu carrera fue que te llamara Katy Perry, ¿cómo surgió esta colaboración?

-Sí, fue para la campaña de lanzamiento de su último disco 'Witness', hace dos años. Realizó una especie de Gran Hermano en su casa allí en Los Ángeles retransmitiendo su vida a través de Youtube y buscaban a un pianista que hiciese una versión de piano solo de todo su disco. ¡Y por carambolas de la vida me lo ofrecieron a mí! Cuando me lo dijeron pensé que era broma (risas). Fue una locura porque me tuve que aprender todo el disco en tres días e improvisar sobre él.

-¿La conociste en persona?

-No, es una pena, no llegué a conocerla. Su invitación era ir allí a su casa en Los Ángeles, pero no pude volar porque estaba a la espera del visado y lo tuve que grabar desde Londres como si estuviese allí. Al parecer le gustó mucho lo que hice y quedamos en que cualquier día, en un concierto, nos conocemos.

Animación realizada por Izaskun Garaizabal.

De Debussy a la electrónica

-¿Cómo recuerdas tu paso por el conservatorio, primero en Santiago de Compostela y después en Vigo?

-En esos primeros años, tocar el piano era un hobby para mí porque yo tenía en la cabeza la idea de que quería ser arquitecto y lo tenía muy muy claro. Me pasaba las horas haciendo edificios y trazando calles y dibujando ciudades. Y no fue hasta los 18 en la selectividad, cuando me di cuenta de que tendría que dejar el piano, cuando fui consciente de que no lo quería dejar

Sus compositores de cabecera

"Keith Jarret es mi pianista favorito. Es una de mis grandes influencias y es quien me dio a conocer el mundo de la improvisación. Pero desde Chopin, Bach y los compositores rusos, pasando por Keith Jarret y mezclando todo con la música electrónica y su parte más oscura y experimental, que descubrí sobre todo en Londres con gente como John Hopkins o Ben Frost.

En bandas sonoras por supuesto John Williams y Ennio Morricone, que son dioses. Y Hans Zimmer y Thomas Newman también tienen muchas piezas que me encantan".

-¿Y cómo se tomaron en casa que cambiases los planos por las partituras?

-Para ellos fue toda una sorpresa, lógico, porque yo llevaba diez años dibujando edificios todos los días. ¡Era un verdadero loco! (risas). Pero desde siempre he tenido el apoyo incondicional de mis padres, desde que me llevaron al conservatorio con ocho años hasta cuando me fui a Vigo, a Londres o a Madrid.

-Ellos fueron quienes detectaron tu interés por la música...

-Sí, ellos son profesores, pero a mi hermano y a mí nos inculcaron el amor a la música desde pequeños. Tenía un teclado que aún conservo, un mítico Casio de estos de toda la vida, y me pasaba horas tocándolo y escuchando las melodías que vienen grabadas. Cuando veíamos la tele intentaba sacar de oído cualquier música que sonara, así que mis padres me metieron en el conservatorio para ver si realmente me gustaba.

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