"Preocupado" por su legado como coleccionista, estudioso y divulgador de la historia de la imagen en Balears, que incluye más de 50.000 postales de Mallorca y un centenar de cámaras de todas las épocas, Andreu Muntaner i Darder (Palma, 1926) asistirá hoy al estreno de De fòssils i fotografies. Un documental dirigido por Albert Herranz y Ángel García y producido por La Perifèrica que se proyectará en la sala Augusta a las 20.15 horas (entrada gratuita, aforo limitado).

"Yo daría mi colección a las instituciones, pero a los políticos la fotografía no les interesa, no le dan la importancia que merece. Dicen que una foto la puede tomar cualquiera", espeta a sus 92 años un hombre que es memoria viva de la sociedad balear.

Destacado geólogo -participó en la construcción del Gorg Blau y Cúber, fundó la Societat d'Història Natural de Balears, inició en 1950 el estudio del Cuaternario en Mallorca y sus estudios fueron clave en la protección d'es Carnatge de Palma-, su pasión por la fotografía nació cuando contaba 14 años, "durante una excursión por la naturaleza", recuerda.

Su conocimiento de materiales, máquinas y de personajes importantes de la historia de la fotografía como Pep Truyols, Vila o Rul·lan le han permitido tener una noción privilegiada de la evolución de la fotografía en el siglo XX, y también de mostrar cierta indignación ante el uso popular de la fotografía digital: "La fotografía es como la caza. Una cosa es un fotógrafo y otra diferente es una persona que le da al 'click'. En la caza hay cazadores y escopeteros. Los que hacen fotos con un teléfono móvil son escopeteros, señores que disparan el campo y matan al perro".

Su colección se ha nutrido principalmente de anticuarios y también de algunos particulares, "pocos, porque estos siempre se creen que se les estafa". Entre sus tesoros cita "una muy buena colección de daguerrotipos, material de Charles Clifford -maestro de la fotografía decimonónica- que da testimonio de la visita a Palma de Isabel II, un teleobjetivo fabricado en la Alemania rusa, un conjunto de cámaras estereoscópicas o un surtido de los primeros fotómetros".

El estreno del documental dedicado a su figura y legado le produce una honda emoción. "Siempre he sido muy crítico y sarcástico, es mi carácter, y también mi desgracia. Este estreno es mi funeral, yo ya no viviré mucho más. De la película", confiesa quien se define como "el último autodidacta".

La cinta permitirá al espectador descubrir distintos lugares geográficos que tienen relación con Muntaner, como el barrio de Santa Catalina, donde vivió durante años; el faro de Portopí, donde cursó sus primeros estudios infantiles; o es Carnatge. "Esta Palma del siglo XXI no me gusta, no es la que yo conocí. Odio su egoísmo, con la gente solo pensando en el dinero".

Tampoco tiene buenas palabras para los hoteleros, porque la mayoría de ellos "hablan mucho de sus yates y muy poco de cultura" en una isla que ha visto cómo se "han destrozado pinares y levantado complejos en la costa que son una vergüenza y van contra la ley".

Conversar con este incansable investigador constituye un placer, pese a la vejez. "Siempre he tenido buena memoria y aun la conservo". Memoria y proyectos, siempre activo. "Siempre pienso en imágenes y sueño en blanco y negro. Últimamente sueño con el pasado de mis excursiones".

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