Conociendo a astrid
Cine Augusta
Suecia, 123 min. Director: Pernille Fisher Christensen. Actores: Alba August, Tryne Dulholm, Magnus Kreper.
Con los autores de literatura infantil es recurrente pensar que han tenido vidas sencillas. Algunos ejemplos, como mínimo, lo contradicen. Gloria Fuertes se crió en una familia muy humilde, Roald Dahl o Antoine de Saint-Exupéry vivieron experiencias extremas como aviadores, Astrid Lindgren (Pippi Calzaslargas) pasó el duro trago de ser madre soltera en una época (primera mitad del siglo XX) y un entorno (familia beata, casi calvinista) muy opresivo.
Conociendo a Astrid desarrolla esa primera época adulta de la escritora escandinava. Para (intentar) demostrar que esos duros años acabaron enriqueciendo, dando cuajo a sus obras, el filme recurre al artilugio literario de arrancar con la autora en sus años finales recibiendo cartas de jóvenes admiradores por su cumpleaños. Los textos de algunas cartas se insertan como voz en off, muy bien dosificados para contextualizar la vida de Lindgren. El resto es un drama con el punto justo de intensidad y emotividad, sin rozar jamás el melodrama. Resaltan las tres malas opciones que tenía una mujer soltera cuando se quedaba encinta sin preverlo, abortar, juntarse con su pareja (en este caso el editor de un diario local en proceso de divorcio) y convertirse en madrastra de los otros hijos, o el difícilísimo reto de criar al niño sola trabajando al mismo tiempo. Además, por esa presión social, eligió dar a luz en Dinamarca y dejar que el niño se criara en un centro de acogida privado de allí los primeros meses, visitándolo esporádicamente. Lo superó la mujer con envidiable determinación y comprensibles altibajos. La realización es correcta, solo empañada por algún exceso de cámara en mano; y en las actuaciones destaca la vivacidad de Alba August. Interesante, edificante película.
