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La prèvia

Miss Nagasaki

Un momento del ensayo general de 'Madama Butterfly'. guillem bosch

Hace unos días coincidí en un programa de radio, El Crepuscle encèn estels, con Joan Roca, historiador, economista, melómano y colaborador del suplemento Bellver de este periódico. En su sección, Roca mostró, a través de la música, el imperialismo, o mejor, los imperialismos americanos que en el siglo XX han sido. Para ilustrar uno de los ejemplos puso un fragmento de la ópera de Puccini Madama Butterfly, en concreto el momento en el que suena el himno americano como guiño y crítica al colonialismo. Y es que la trama de ese título va, en efecto, de imperialismo. Pero no sólo de eso, también va de canalladas, sí, de engaños amorosos y abandonos deshonestos.

Pinkerton es un oficial norteamericano que se casa, en Japón, con una geisha menor de edad, Cio-cio-san (que significa mariposa, ahí lo de Butterfly). Un tiempo después la abandona para volver a su país. Años más tarde, el americano vuelve a Nagasaki acompañado de su esposa estadounidense. La pareja conoce al hijo que la joven japonesa había tenido con el oficial. Cuando el mezquino Pinkerton siente remordimientos por su canallada ya es demasiado tarde, Cio-cio-san se ha suicidado.

Momentos exquisitos son el coro conocido como Boca chiusa, del segundo acto, un momento muy inspirado y de una enorme belleza; como bella es también la famosa aria Un bel dì, vedremo que canta la protagonista también en el segundo acto; o el Intermezzo instrumental entre el segundo y el tercero.

Valgan esos tres ejemplos musicales para indicar que Madama Butterfly es una ópera muy conseguida, musicalmente hablando y que puede dar pie a interpretaciones muy sentidas por parte de los dos protagonistas, pero también por parte de los otros roles como el de Suzuki o Sharpless, que tienen momentos muy interesantes como el del Terceto con Pinkerton en el tercer acto, entre otros.

Llama la atención cómo una obra, hoy considerada una de las grandes del repertorio, resultó un fracaso absoluto en su estreno en la Scala de Milán el 17 de febrero de 1904; un fracaso de tal magnitud que obligó al compositor a rehacerla y a modificar algunas escenas. Fue a partir de su reestreno en Brescia unos meses después cuando adquirió el valor popular que tiene hoy en día.

Han sido Butterflys memorables Victoria de los Ángeles, Renata Scotto, Renata Tebaldi, Maria Callas, Leontyne Price, Anna Moffo i Mirella Freni, aunque ésta solamente en formato discográfico ya que nunca la cantó en escena.

Para los menos operísticos vale la pena indicar que existe un musical de la pareja Claude-Michel Schönberg y Alain Boublil, autores también de Los Miserables, que con el título de Miss Saigón traslada la acción a la guerra del Vietnam. Aquí el papel de la joven japonesa pasa a ser una camarera de un bar vietnamita.

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