La directora de una de las películas más celebradas de 2018, Arantxa Echevarría, estará el próximo sábado, 6 de abril, a las 20.00 horas en el pase de Carmen y Lola en CineCiutat, en el marco del Festival OUT!, la II Mostra de Cinema de Diversitat Afectiva.
P ¿Siguen siendo necesarios festivales
R Por supuesto. Además, cada día me doy más cuenta. Como los festivales de cine de mujeres y todos aquellos que apoyan a las minorías. Aunque tengamos leyes que permiten, por ejemplo, el matrimonio homosexual, una cosa es la ley y la otra es la realidad. Sigue habiendo homofobia, algo que va muy ligado a una falta de conocimiento de lo que pasa día a día. Estos festivales son herramientas de visibilización.
P Se dice que Carmen y Lola
R Yo soy la autora y me cuesta un poco verlo. Pero es cierto que recibo mensajes de muchos chicos y chicas, no solo gays, sino gente que se sale de la norma de su entorno que quiere que su familia vea la película para que entiendan que ser diferente no es malo.
P Lleva desde los 18 años en la industria del cine y no ha podido hacer su primera película hasta los 50 años. Tampoco en las mejores condiciones. ¿Por qué le cuesta tanto encontrar presupuesto?
R Porque soy mujer. Una película es una inversión de bastante dinero, y un productor se lo piensa mucho antes de apostar dinero. Las mujeres somos pocas, y siempre se tiende apoyar a los hombres. Además, los grandes productores también son hombres. Las películas de las mujeres son autoproducidas, de presupuestos bajos? Y cuando hablamos de mucho dinero, hay una ausencia importante. Aunque hay excepciones, como Paula Ortiz o Isabel Coixet. Hay muy pocas mujeres que accedamos al dinero. Tampoco es raro, porque es un reflejo de la sociedad.
P ¿Cómo hubiera sido Carmen y Lola
R Una película en la que el equipo hubiera cobrado dinero de verdad y no hubiera tenido que hacerme favores. Además, rodamos con actores no profesionales, de manera intencionada, durante apenas cinco semanas, en situaciones casi de documental. Con dinero hubiéramos tenido mucho más tiempo. Íbamos a una velocidad que no es buena para actores que no tienen herramientas interpretativas.
P En el discurso que ofreció cuando recogió el Goya
R Un suspenso, seguro. Hay que reconocer que hemos mejorado mucho. La situación que vivía mi madre con Franco es incomparable a la actualidad, pero seguimos suspensos. Aunque Vox diga que no existe, sí que hay brecha salarial. No puede ser que haya una muerta cada mes. El día que volver a casa no sea un acto de valentía, diré que estamos aprobados.
P ¿Cómo se defendió cuando le acusaron de perpetuar estereotipos sobre la raza gitana?
R El debate me sorprendió porque venía de las mujeres feministas. Y creo que la película es absolutamente feminista. Pero es que es muy fácil de rebatir: el largometraje está hecho por 150 gitanos que leyeron el guion y actuaron. Ellos hacían correcciones. Tengo la gran suerte de poder decir que la película está hecha por ellos. No se meterían en ese lío, porque era un lío, para hacer un cliché o una falsedad.
P ¿Se esperaba la repercusión que ha tenido la película?
R En absoluto. Cuando llevaba la película a las productoras y les decía que era una historia de amor de dos gitanas, me decían que era veneno para la taquilla. "¿Cómo va a gustarle eso a alguien?" Me decían que nada, inviable. Yo pensaba que la película me interesaba y me motivaba a mí y estaba un poco a la expectativa ante la reacción del público. Cuando empecé a funcionar no me lo podía creer. Esto hace que los productores vean que hay temas diferentes que interesan.
P En la película se distinguen, entre otros, dos símbolos de manera muy clara en relación con la libertad: el mar y el pájaro.
R Sí. Mi intención era que la cinta fuera cine de autor, pero que pudiera llegar a todas partes. Quería hablar del amor prohibido, busqué símbolos muy claros relacionados con la esperanza y la libertad. Intenté ser, no sé si evidente, pero fácil, para que todo el mundo lo pudiera entender. Sobre todo los más jóvenes.
P Hay riesgo de que las películas hechas por mujeres se consideren una moda
R Yo creo que ahora ya nos están utilizando. Este año, en los Goya, había tres mujeres directoras nominadas a mejor dirección novel. Y eso parece un "¡hala! Qué bien estamos". Sí. Pero si las modas sirven para perpetuarnos, estar ahí y, sobre todo, hacer una segunda película? Pues bienvenida sea esta moda. Yo estoy a favor de la discriminación positiva, de los festivales de mujeres? Porque nos tienen que ver. Es importante que los productores se den cuenta de que las mujeres también hacemos taquilla, de que lo que hacemos gusta e interesa.
