Antonio Méndez (Palma, 1984) es uno de los jóvenes directores españoles con mayor proyección internacional. Este domingo debuta en casa, en el Teatre Principal, con Madama Butterfly, una ópera que "te atrapa desde el primer segundo y no te deja respirar hasta el final". El titular de la Sinfónica de Tenerife confiesa que siempre busca el "sonido diferente" y avanza que el reto musical de le plantea esta tragedia japonesa es "mostrar los diferentes 'Puccinis' que hay". Afincado en Alemania desde 2007, su debut en España fue en 2014 con la Orquesta Nacional de España con la que colabora de manera habitual.

¿Qué sentimiento le invade al debutar en casa?

Es una mezcla muy grata de sentimientos y de sensaciones. Es la primera vez que vuelvo a casa dirigiendo. Son muchas sensaciones: vuelvo a casa, a un teatro que conozco, con una orquesta que es con la que crecí y la primera que escuché... Estoy muy contento de estar tan bien acompañado. Esta producción es un placer porque en una ópera es imprescindible tener un buen equipo y encontrarse cómodo.

¿Qué retos plantea Madama Butterfly

De por sí, la ópera es compleja porque interviene la orquesta, los cantantes, el coro, la escena... Pero en esta en concreto hay muchos efectos que hay que poner en su sitio. El reto musical es mostrar los diferentes Puccinis que hay dentro de la misma ópera.

¿Qué le atrae de dirigir una ópera?

La ópera es difícil de explicar pero el público me entenderá. La ópera te hace sentir cosas que solo puedes sentir con la ópera. Es importante ser lo más amplios posibles con el repertorio, es decir, un director debe hacer música sinfónica, coral, ópera... pero hay algo en la ópera que solo te da la ópera. Hay cosas que te da Puccini que solo te da Puccini.

Madama Butterfly es una de las grandes óperas pero ¿qué tiene de especial esta obra de Puccini para atrapar al público?Madama Butterfly

La historia es desgarradora, habla a todo el mundo. Es una ópera con una música maravillosa, con un grandísimo abanico de emociones. Tiene una paleta de colores muy amplia y es una ópera que desde el primer segundo, te atrapa, te coge y no te deja respirar hasta el final.

Unos ingredientes clave para atraer a nuevo público...

Por supuesto. La música es para todos los públicos y la ópera no es una excepción. Hacemos un espectáculo lo más atractivo posible. Todos pueden encotrar algo que les emocione. Cuando hacemos un espectáculo hay gente que conoce la ópera, otros han oído hablar del autor y otros vienen por primera vez pero todos pueden disfrutar y emocionarse con la ópera. Se trata de atrapar al público desde el primer minuto y no soltarlo hasta el final. Es la manera de hacer justicia a Puccini.

¿Qué le llevó a ser director de orquesta?

Empecé estudiando piano y violín y me di cuenta que lo que más me atraía era la orquesta como instrumento. La orquesta es el instrumento más completo, el que nos permite una mayor paleta de colores, un mayor abanico de emociones y de estados de ánimo. Empecé como violinista y en un momento decidí dar el paso a la dirección. Así, me fui a Madrid a estudiar composición y luego dirección en Alemania. Aprovechar al máximo los recursos de la orquesta es algo que siempre intento hacer sea la obra que sea. La sonoridad de una orquesta da para mucho y siempre que uno la trabaja, da grandes satisfacciones.

¿La segunda de Mahler y Simon Rattle tienen la culpa de que sea director?

En un momento vi un concierto por la televisión. Era su último concierto como director en Birmingham antes de irse a Berlín y fue la segunda de Mahler la que realmente me llamó la atención y dije: "esto es lo que quiero hacer". Es una obra con una grandísima orquesta, gran coro, solistas... En Berlín le dije a Rattle que tenía la culpa de que fuera director por esa segunda de Mahler. Es curioso porque después leí en una entrevista suya que contaba que cuando tenía doce años fue a ver un concierto de la segunda de Mahler y decidió ser director. Creo que la segunda de Mahler es una especie de fijación que tenemos muchos directores porque es una obra muy poderosa.

¿Qué otros debuts le depara 2019?

Mi siguiente compromiso es mi debut en París con la Orquesta de Camara de París. Luego regreso a la Orquesta Nacional que desde que debuté en 2014 (fue mi debut en España) he estado presente en cada temporada y tenemos planes para seguir trabajando juntos. Para finales de mayo, tenemos un programa muy interesante con un estreno en europa La suite de Merlin de Albéniz, además del concierto para violín de Camille Saint-Saëns y la gran obra coral Alexander Nevsky de Sergei Prokofiev. Luego regreso a Tenerife con mi orquesta.