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Entrevista a la escritora y dramaturga

Vanessa Monfort: "Hay mucho postureo feminista, como en todo"

La escritora catalana habla de la transformación de dos mujeres en su quinta novela, 'El sueño de la crisálida': "No es tan difícil cambiar las cosas"

Montfort ha publicado ediciones en 22 países. Miriam Cos

La de Vanessa Monfort (Barcelona, 1975) es una carrera de fondo que en un momento dado de la historia, y de su propia historia, le ha llevado hasta el estrellado dentro del mundo de la literatura. Novelista y dramaturga, son muchas las obras de teatro que atesora en su haber, no tantas como novelas, aunque la que publivc´en 2016, 'Mujeres que compran flores', le ha llevado hasta 22 países del mundo por hacer un retrato de la fémina de hoy.

Ahora, son otras dos las mujeres que protagonizan 'El sueño de la crisálida', donde hace un retrato perfecto del cambio, de la transformación, del dejar a atrás lo que no estaba bien para resurgir de las cenizas. A partir de la estresada vida de una publicista y periodista algo basada en su propia persona y el acoso laboral sufrido por una religiosa -una historia real-, pondrá de manifiesto otra decena de historias en las que lo más importante es terminar con lo establecido.

EL DATO

  • Vanessa Monfort comenzó sus pinitos literarios con tan solo 7 años. Por entonces, ella misma reconoce que todo aquello que no entendía lo convertía en cuento. Ahora, son sus novelas y sus guiones de cine y teatro los que le han llevado a conformarse como toda una figura en el mundo de las letras. Montfort es licenciada en Ciencias de la Información. Comenzó su carrera literaria durante los años universitarios con el estreno de la obras de teatro 'Quijote Show' (1999) o 'Estábamos destinadas a ser ángeles' (2006). Ese mismo año obtuvo el XI Premio Ateneo Joven de Sevilla con su primera novela: 'El ingrediente secreto' (Algaida, 2006). 'Mujeres que compran flores', novela publicada en 2016, ha sido todo un éxito de ventas hasta en 22 países.

- En tu libro hablas del 'mobbing', algo que has vivid en primera persona, ¿qué aprendizaje sacaste de esa mala experiencia?

- No es que vaya a dar las gracias por ello pero mi carrera de escritora se disparó a raíz de ese momento. Yo iba a caballo entre el periodismo y la literatura desde pequeñita, con 23 años estaba estrenando alguna de mis primeras obras de teatro, pero digamos que ese momento concreto en el que viví esto me apartó de mi otra vocación durante un tiempo que utilicé de recogimiento, de ahí la metáfora de la crisálida. Es necesario detenerse y transformarte en algo más fuerte. Creo que con el tiempo, y viéndolo a mi alrededor, en general el 'mobbing' es un ataque a la diversidad.

En Europa se suele segar todo lo que destaca, por encima o por debajo, y a veces esa diferencia es simplemente tener un criterio distinto, o tu forma de ser... y el caso es que en la adolescencia pasa más, se ataca si das con un grupo humano que contenga a un psicópata relacional, es decir, alguien que no tiene empatía. No hablamos de tener problemas con alguien en el trabajo, un encontronazo, sino que es un proceso quirúrgico y meditado de destrucción de la autoestima del ser humano con consecuencias gravísimas, de hecho está penado por la ley.

El 70% de las personas que lo sufren no lo saben por lo que es muy difícil recopilar pruebas. La mayoría de la gente se despide por no seguir en ese infierno, y como toda violencia, yo la llamo la violencia de la normalidad, normalmente se da en sociedades adolescentes. Yo viví esto aunque este es uno de los muchos temas que tiene la novela. El 'mobbing' es una pandemia y deberíamos preguntarnos por qué.

- La historia de la religiosa es real, ¿qué es lo que más te llamó la atención de ella?

- Más allá de que había vivido algo que a mi me despertó esa llama de justiciera que en el fondo tengo, me llamó la atención que era un ser humano que con 33 años tenía que nacer en un mundo que no entendía, que es el nuestro. Tú de repente has vivido aislada en unos muros, pero cuando es expulsada por tener la mala suerte de encontrarse con determinadas personas en una congregación que no admite ningún tipo de autocrítica y ella es bastante contestataria sobre todo con la situación de la mujer en la Iglesia, su proceso de reconstrucción es total. A ella la echan y la echan de su vida, de su vocación... alguien que no había estado dada de alta en ningún lugar, se va sin nada, no existe literalmente y se reconstruye en un país distinto. Además tiene que reconstruir sus creencias pero desde otro lugar, también su sexualidad, no sabe lo que siente y por qué lo siente.

Yo cuando la conocí pensé que si ella era capaz de hacer un cambio total, de hacer una crisálida completa, y de hecho estaba en ello cuando la conocí, ¿qué no seré capaz de hacer yo? No es tan difícil cambiar las cosas.

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- ¿Las dos protagonistas podrían ser un 'alter ego' la una de la otra?

- En realidad no se parecen en nada. Tendencias sexuales distintas, una es medio española medio norteamericana, la otra es colombiana, son de razas distintas... no estaban destinadas a encontrarse si no llega a ser que las dos han sido expulsadas de su camino y se encuentran en una avión, que parece ya una cápsula de una propia crisálida, es como un confesionario con alas.

En realidad, Patricia es un 'alter ego' mío, de esa conversación que yo tuve con esta mujer, y ella es claramente ella pero con los datos cambiados. Todo esta variado para proteger su anonimato. Ella me contó esta historia para dar luz sobre una problemática, un universo que nunca se ha iluminado, y que es algo que ahora mismo al Vaticano le empieza a preocupar también, que es la situación de la mujer dentro de la Iglesia, lo que llaman #Churchtoo. Cuando me contó esta historia no había nada sobre esto, ni siquiera en prensa. Esto no es una crítica baladí a la Iglesia, o al mundo del periodismo ni a otros sectores... en esta novela hay un montón de rebeldes con causa.

#CHURCHTOO

  • El pasado mes de octubre de 2018, medios americanos publicaban informaciones en las que ponían de manifiesto el acoso psicológico y sexual que sufren las religiosas en la Iglesia. Dos monjas de Long Island protestaban activamente en redes para terminar con el abuso sexual en comunidades de fe. El supervisor de su convento, el sacerdote Gerasimos Makris, era destituido y reconoció haber cometido actos "inapropiados" con dos mujeres. En otoño de 2017 salió a relucir la primera denuncia de una mujer que dijo "sentirse incómoda" en su interacción con Makris, lo que incluyó abrazos muy prolongados, y se le pidió al religioso no tener contacto con ella. Makris fue readmitido poco después

Esta novela es una crítica social clara que, a través de la historia de los distintos protagonistas, las personas luchan por transformarse. Me encantan todos los personajes que evolucionan como me gustan las personas que no tienen miedo al cambio. Eso lo admiro, me gustaría ser así. Generalmente construimos personajes a los que nos gustaría parecernos (risas), o hablamos de aquello que nos da miedo. En ninguna de mis novelas salgo yo, en esta si puedo decir que Patricia es mi 'alter ego', sin mi intimidad pero sí con mi forma de ver el mundo.

Renacer

Renacer- Has afirmado en más de una entrevista que existe una revolución femenina, ¿qué te toca más en este sentido?

- Creo que vamos hacia un lugar distinto, o por lo menos me gustaría pensarlo. El feminismo está en un momento de madurez. 'Mujeres que compran flores' se publicó meses antes de que apareciera el movimiento #metoo, no va de acosos de ningún tipo, sino que yo quería hacer un retrato de la mujer contemporánea.

Los escritores somos detectores de incendios, ves toda la prensa, hablas con la gente y veía algo que se estaba preparando, un descontento general de la mujer, de buscar su calidad de vida, de no intentar ser perfecta con una autoexigencia que no hay que la aguante como si fuera un peaje por los derechos recibidos. Machismo y feminismo es cosa de todos y es donde creo que está la verdadera diferencia ahora. Yo no hablo de lucha de sexos, es algo que no va a ningún lado, es estéril, hablo de la complicidad de los sexos. Creo que la mejor noticia de la huelga del otro día es que hubiera muchos hombres. Hay mujeres machistas como hay hombres machistas, hay sociedades machistas. Ese discurso de complicidad es el que nos puede llevar a algún lado.

-¿Hay mucho postureo feminista?

- Sí, como en todo. Igual que existe el postureo del liberal, del que tiene dinero... estamos llenos de postureos.

"La crisálida era una metáfora hermosa. A veces, tocar fondo supone un fuerte renacer. Además, los personajes le declaran la guerra a lo establecido", afirma Montfort

- ¿Por qué en tus dos últimas novelas decidiste hablar de mujeres?

- Me daba cuenta que era un gran tema. A mi, normalmente, cuando no entiendo algo que pasa, lo filtro a través de la ficción. La mujer me pareció un gran tema como universo que me apetecía explorar. He tenido muchos protagonistas masculinos o ancianos, pero quería meterme en esto. En 'El sueño de la crisálida' no hay un mensaje feminista más allá de la situación de la mujer en la Iglesia. Pero es que eran dos mujeres de verdad. No son solo mujeres, todo lo cuento a partir de seres humanos que hacen cadena y a través de los ojos de Greta, Patricia ve un poco el mundo tan desquiciado en el que vivimos, en esa sociedad del malestar, cansada. Desde por qué no nos saludamos cuando entramos en un tren, por ejemplo, por qué nos golpeamos al andar mientras miramos un dispositivo y sobre todo por qué no sabemos dejar un solo segundo de nuestro tiempo sin sosiego y sin trabajar nuestra mente. La introspección de Patricia me ha servido para incorporar esto y decir que a lo mejor se puede vivir de otra manera y también para aprender a decir basta. No es normal que estemos todos con insomnio y con problemas, taquicardias... algo falla y cortocircuita.

- Personalmente en tu vida, ¿qué supone la amistad? ¿Tienes muchas amigas?

- Sí, algunas que son como hermanas prácticamente. Pero también grandes amigos, antes más amigos que amigas. Siempre tenía una gran amiga, esa que es una hermana, que te enfadas igual y se te pasa igual... las mujeres lo que sí tenemos es una gran capacidad de transformación.

- ¿Esto tiene que pasar una vez en la vida?

- Precisamente esto es lo que relata 'El sueño de la crisálida', al igual que lo que le pasa a la oruga, que se convierte en mariposa, por un proceso traumático, en ese letargo en el que ocurren muchas cosas, ese animal se resiste y se hace un caldo de proteínas, conserva solo el corazón y el cerebro y luego reconstruye todo y sale volando. Se hace más fuerte y más libre. Era una metáfora hermosa. A veces, tocar fondo, supone un fuerte renacer. Además, los personajes le declaran la guerra a lo establecido.

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