Sólo para que quede constancia en el archivo histórico de esta columna, perdonen la arrogancia. Si el asesinato de los niños de Godella hubiera pasado con un gobierno del PP ya estarían los de la izquierda "pancartera" organizando sus escraches, con la Oltra -Mónica, vicepresidenta valenciana- al frente y el Ximo -Puig, presidente- detrás. Y en La Sexta, a saco Paco. Firmó el mensaje en Twitter el viernes, a los pocos minutos de saberse el espeluznante final de los hermanos Amiel, tres años, y Rachel, cinco meses, en Godella, el representante en el Congreso de los diputados de una señoría que parece tener como corazón un trozo de cuero, como sangre un río de bilis, de lejía, como boca una piquera por donde entran y salen trenes atestados de carbón, y como dedos unos garfios conectados a un rincón húmedo y brutal que los mueve destilando purines de cerdo envenenado. Firmó esa sarta de disparates Rafael Hernando, portavoz del PP en el Congreso. ¿Asqueroso, deleznable, alucinante, torpe, insensible, miserable? Antonio García Ferreras, en directo, contestó que es un tuit que apesta. El sensato analista político José Miguel Contreras comentó en Al rojo vivo que esto es lo que degrada la política, y que a veces los políticos se dejan llevar por impulsos de frentismo y que a causa de ello "no son conscientes de lo que dicen". ¿Que no? Yo creo que sí. La política se está convirtiendo en un lodazal de panzudos luchadores de sumo que se rebozan en sus propios excrementos. ¿Es que han de dar por finalizadas sus carreras políticas en la primera fila para que dos personajes de primer nivel, dos ex presidentes, un Mariano Rajoy amodorrado y cachazas, y un José Luis Rodríguez Zapatero menos indecente a sus ojos para que se encuentren, hablen, se rían, y aunque discrepen no haya que esquivar los cuchillos si te pillan cerca? Como saben, la escena se vio la semana pasada en un encuentro en León para celebrar el 40 aniversario de la Constitución. Y no, no era una cháchara de los abuelos contando sus batallitas. Esta forma de relación menos crispada, civilizada y sana la reivindicó hace unos días Íñigo Errejón en un Café con Susana en la mañana de Antena 3. Pero€

Amarraditos

€pero va a ser que no. Igual que va a ser que no que las teles sean comedidas con el trato de la muerte de los niños de Godella. Eclipsado por estrujado el caso Julen, puesto en su lugar el crimen de Godella. A saco. A por él. Sin descanso. A palos. Por la mañana, por la tarde, por la noche. Como siempre se han tratado estas historias desde que se hizo la luz estando de cuerpo presente Nieves Horrores en Antena 3 en el crimen de las tres niñas de Alcàsser. Esto es así. La tele es exageración o apenas es. Es extremo o apenas se entiende. Los políticos lo han entendido así, y así van, como motos. No descubro el Nilo si digo que la política lleva tiempo "salvamizada", ni que las tertulias de análisis huyeron del análisis hace tiempo para zambullirse en el pantano ciego del lodo de la diatriba entre el moro y el cristiano, sin matices, y a las bravas. Y que a los líderes de los clubes, ahora más ante la inminencia de la gran cita, se les calienta la boca en cuanto ven una cámara delante, y en estos tiempos donde reina la imagen no dan un paso sin que una, cinco, o veinte cámaras sigan al enviado que cambiará el rumbo de la historia. Televisión y política van amarraditos, como los enamorados de la gran María Dolores Pradera. Pero qué hay detrás, dentro, al lado, arriba, o debajo de los programas. No nos calentemos el coco. Recurro de nuevo a la tele para entenderlo. Andréu Buenafuente me llega en forma de vídeo en un trocito de Late motiv donde nos explica con una frescura polar y un acierto de sabio socarrón lo que hay dentro de las ofertas de los principales partidos que se presentan a las elecciones del 28 de abril, y no falla. Abre el sobre del PSOE y aparece un desplegable con el torso desnudo de Pedro el Guapo. Abre un sobre del PP y aparece desparramado un fajo de billetes de 500. Abre un sobre de Podemos y aparecen decenas de sobres con las escisiones, peleas, y malos rollos del clan. Abre un sobre de Ciudadanos y, oh, sorpresa, sorpresa, aparece un sobre con el logotipo del PP. Y abre un sobre del partido del tío del caballo y€ no hay nada dentro, está vacío, sin contenido. Me parece soberbio. Un análisis finísimo y atinado.

A por las armas

Y cuando el tío de caballo se pone intenso, que es siempre -vean otro vídeo épico del menda caminando por la montaña al trasluz de un atardecer con rayos dorados, tal vez con su pistola al cincho- pide que "los españoles de bien puedan disponer de un arma" que los defienda de los malos. La otra tarde, en Valencia, salió de la plaza de toros jaleado por la multitud, que coreaba "presidente, presidente". Estoy con el ex político catalán Joan Coscubiela, que dice en Al rojo vivo que no se le puede dar tanta cancha a esta gente porque, con un programa vacío, se le está haciendo una campaña fenomenal al tiempo que se da pábulo a delirios como el del candidato de Albacete, que asegura que las lesbianas lo son por su odio a los hombres. Y ahora, conteniendo la respiración para no levantar miasmas, unidos en un mismo destino universal, telúrico, enorme como un falócrata, distorsionado como una luz bajo la niebla, apoyemos a una Campos, a doña Terelu Ídem, que se vino abajo en Sálvame en una sesión con sicóloga y todo, doña Cristina Soria, reconociendo sus inseguridades por mor del amor, al decir, tras sus operaciones de mastectomía, que "¿quién me va a querer a mí así?" Lástima que el PP haya pensado en el sensato y moderado periodista Pablo Montesinos como cabeza de cartel en Málaga. Si al trepa Juan José Cortés, el padre de Mariluz, asesinada en 2008, lo ha nombrado el mismo partido cabeza electoral en Huelva, como si la desgracia y el dolor te convirtieran en experto en leyes, ¿por qué no echar mano de Terelu, maestra en hacer de su desdicha su razón de ser? Que lo piensen. Aún están a tiempo. Esto no ha hecho más que empezar, amigos.