La operación para devolverle el brillo de antaño a Can Oleza ya ha empezado. Una empresa de transportes y varios trabajadores estuvieron durante toda la mañana de ayer cargando camiones con los muebles, tesoros y otros objetos del casal gótico de la calle Morei de Palma, un palacio declarado monumento histórico-artístico en 1973 cuyo deterioro ya no podía ocultarse tras la tela amarilla envuelta en su fachada. La ordenada y cuidadosa salida y colocación de las piezas en las furgonetas se hizo en presencia y con la supervisión de un especialista, el conservador-restaurador de bienes culturales Pere Terrassa.

La directora insular de Patrimonio, Kika Coll, confirmó ayer a DIARIO de MALLORCA que se trata del traslado de bienes muebles del edificio con el fin de poder preparar las obras de rehabilitación, cuyo promotor es el nuevo propietario del casal, el médico y empresario Víctor Madera. "Es un BIC y hace como cosa de un mes nos llegó la petición de este traslado. Es una operación controlada por los técnicos de Patrimonio y tiene la autorización correspondiente", relata.

La mudanza de los bienes a un almacén privado, una labor que durará semanas, se está haciendo por fases. "En la primera, están saliendo los muebles que no están protegidos en la declaración de BIC. Es lo que se está haciendo ahora", detalla. "La semana pasada, los técnicos del Consell realizaron un primer control de las piezas y sus respectivos embalajes", comenta. La siguiente fase consistirá en trasladar las obras de arte y muebles protegidos. "El Consell está citado de aquí un mes para supervisar este transporte y hacer un segundo control", desvela.

Planta noble intacta y una vivienda

Tras la compra del casal por parte del millonario asturiano, quien desembolsó diez millones de euros, provocó cierta inquietud desconocer sus intenciones con el inmueble. De momento, el Consell asegura que no se ha pedido ningún cambio de uso sobre el edificio. En su día se rumoreó que una posibilidad era impulsar un hotel boutique de máxima categoría. "Tampoco ha pedido a Patrimonio modificar el proyecto de rehabilitación integral, que ya se aprobó y consensuó en 2016 entre el departamento de Patrimonio y el anterior propietario, un sueco que no escatimó en estudios y catas para elaborarlo de la mejor forma posible, teniendo en cuenta que es un BIC", señala Coll. "De todos modos, si quiere hacer alguna modificación a la propuesta que obtuvo luz verde deberá presentarla al Consell", recuerda la directora insular.

Coll recordó ayer que en el proyecto de reforma se recogía la necesidad de dejar la planta noble con la división original. Y por supuesto con todo el mobiliario, elementos decorativos y obras de arte custodiadas en sus salas, todas ellas inventariadas. En la memoria de la declaración BIC se mencionan los tapices del siglo XVI o los flamencos del XVII, colecciones de vidrio o cerámica, el mobiliario y las pinturas. Un legado de gran valor como conjunto histórico que ha permanecido casi intacto hasta la actulidad. Hay que recordar que Can Oleza es una de las pocas casas señoriales de Palma.

Asimismo, en la propuesta que tiene el Consell en estos momentos también se recogía la adecuación de una única vivienda en la zona de los porches.

Según la directora de Patrimonio, este inicio de la puesta a punto del casal de la calle Morei es un "buen ejemplo de cómo se ha de actuar cuando se han de hacer obras en un casal protegido: se han solicitado los permisos de traslado de los bienes muebles y el control de los mismos", concluye.

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