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Entrevista a la escritora Claudia Piñeiro

Claudia Piñeiro: "Argentina ha sido un modelo de feminismo"

La internacional argentina habla de sus últimos tomos y de la revolución feminista: "No milito en ningún partido político"

Claudia Piñeiro. EFE

Sus libros se han convertido en todo un referente en lo que a novela negra se refiere y no es para menos. Como la autora argentina más internacional, Claudia Piñeiro (Argentina, 1960) ha sabido imponerse a través de historias que mezclan el más puro suspense con la necesidad de poner sobre la mesa temas que tocan. El feminismo, las relaciones familiares o el aborto son algunos de ellos, y aunque asegura no pertenecer a ningún partido político, es su unión al feminismo lo que le ha puesto en foco de miradas en su país y en el exterior.

Su dos últimos tomos, 'Quién no' y 'Ella sabe' han llegado tras haber recibido el último el 14º Premio Pepe Carvalho de Novela Negra, antes otorgado a figuras como James Ellroy (2018), Dennis Lehane (2017), Donna Leon (2016), Alicia Giménez Bartlett (2015). "Lo he recibido con mucha alegría", afirma sonriente la autora, inconsciente de que sus historias han traspasado más que charcos para ser traducidas a más que diversos idiomas.

Piñeiro, que nunca pensó en ser escritora como algo profesional, se mantuvo a la sombra entre concursos narrativos y tallleres literarios hasta que en los años 90 consiguió quedar finalista de un certámen. Ahora, con casi una veintena de títulos en su haber, reconoce que siempre duda y sigue tirando de sus antiguos compañeros de taller para que le den sus opiniones. "Es como un abrazo profesional interesante, le das tu texto a alguien que te aprecia pero que no te dejará de decir lo mal que está si es necesario, y eso me hace sentirme más segura".

Claudia Piñeiro: "Cuando escucho la palabra violencia pienso en machismo"./Vídeo: Miriam Cos

- Primera escritora latinoamericana en recibir el Carvalho, ¿cómo lo has vivido?

- Recibir este premio fue una alegría y además una responsabilidad. Si una mira quiénes lo ganaron antes, la verdad que estar ahí es maravilloso para mi y una gran oportunidad de que me conozcan otros muchos lectores.

- ¿El escritor siempre tiene la duda?

- Yo tengo amigos escritores que no tienen ninguna duda. Eso tiene que ver con la personalidad de cada uno. A mi me gusta estar segura, en general soy muy obsesiva, corrijo muchísimo lo que escribo y hasta que pienso que está todo bien pasa tiempo. Creo que tiene que ver con haber ido a muchos talleres literarios donde un grupo de gente escuchaba lo que una escribía y entre todos nos corregíamos y aprendíamos de los textos de unos y otros y yo quedé en esa relación con algunos de esos compañeros.

- ¿Qué es lo más reseñable de 'Quién no'?

- Es mi primer volumen de cuentos, que no quiere decir que no los hiciera hasta ahora. Los he hecho siempre y ahora los he reunido. Llegó un momento que tenía tal cantidad que me pareció que valía la pena buscar un común denominador, elegir aquellos que podían estar juntos en un libro y publicarlo. Todos tienen personajes que frente a un abismo, a una situación en la que el mundo te devuelve una respuesta diferente a la que esperabas hay que tomar una decisión. A lo mejor, yo como escritora, o los lectores pueden pensar que no harían eso, que está en el límite o más allá, fuera de los usos y costumbres y hasta fuera de la ley. Pero en una segunda lectura uno puede pensar que si estuviera en esa circunstancia haría lo mismo. Esa empatía en la que te pones en los zapatos del otro y caminas

- Te han llegado a comparar con Hitchcock, ¿qué dices de esto?

- Hay un autor italiano que lo dijo, para mi es un halago. Yo soy admiradora de Hitchcock y lo que me gusta de él es lo que hace con el suspense. Esa cosa de que el lector o espectador sabe más que el protagonistas y está desesperado por entrar dentro de la pantalla y el libro y decirle, ¡cuidado! Me parece que es un maestro extraordinario de manejar el suspense.

"El tema del aborto es algo que está desde el principio en mis novelas. Políticamente me implico solo en temas en los cuáles me parece importante implicarme. No milito en ningún partido"

Claudia Piñeiro - Escritora

- ¿Escribir sobre cosas oscuras no cansa?

- Cuando me siento a escribir no pienso que va a ser una novela negra, voy a hacer una novela. En ella aparece la muerte, el enigma y la búsqueda de la verdad y termina siendo una novela negra. Algunas lo son claramente y otras tiene una línea, como puede ser 'Elena Sabe', donde la hija de una mujer con párkinson se suicida y ella cree que no, y esta mujer tiene que salir a la calle con sus dificultades a investigar lo que pasó. La línea policial de esta novela es mucho menor que el cuerpo enfermo, la relación con su hija, que era mala pero se querían, que otro personaje muy importante que es madre cuando no quiere y tiene una gran crisis, esta cosa de no permitirle a ciertas mujeres no ser madres por el rol de la sociedad. La investigación queda en una línea muy secundaria. Cuando me siento no pienso, pero si se mete la muerte, que es una de mis obsesiones, si esa muerte es violenta, termina teniendo elementos novela negra.

"Obligación cívica"

- ¿Por qué la muerte es una de tus obsesiones?

- Eso no lo sé. Me llama la atención que para el resto de la gente no lo sea. Desde muy pequeña tengo consciencia de la muerte como finitud, esa cosa de que me parece imposible que un día uno no está. En definitiva qué es la muerte. Es la ausencia. Un día uno ya no está, o alguien que quieres ya no está, y ese misterio de qué es la muerte siempre me ha acompañado. Y es una de mis obsesiones como el silencio, el encierro, la hipocresía, la preocupación por el qué dirán, los secretos familiares...

- Acudiste al Senado en tu país por la despenalización del aborto... ¿tu posición como persona influyente en el mundo cultural te ha aupado a la reivindicación o es algo que viene de siempre? ¿Hasta dónde te implicas con la política?

- El tema del aborto es algo que está desde el principio en mis novelas. En 'Tuya' una adolescente evalúa abortar en un lugar clandestino, en Argentina es así, con todos los riesgos de salud y al final no lo hace porque no necesariamente porque haya ley del aborto o no hay que hacerlo. En Argentina pedimos que si una mujer decide que eso es lo que quiere lo pueda hacer en el sistema de salud. En más novelas y cuentas también aparece este tema.

Soy feminista desde hace mucho tiempo aunque nunca he participado de ningún colectivo, y había grupos que necesitaban de personas conocidas para hablar de este tema en el Senado. Muchas veces ocurre que cuando van a hablar allí los senadores no escuchan, seguro que había gente que podía hablar con más precisión que yo, pero estos grupos apelaron a periodistas, actores... fuimos a interpelar desde ese lugar. Fue una responsabilidad y para mi una obligación cívica. Si estoy de acuerdo y podía aportar era importante hacerlo. Fue muy bueno porque yo hice eso pero otras muchas mujeres hicieron otras cosas. Ha sido un trabajo conjunto más allá de mi protagonismo en el Senado, hay muchas manos haciendo otras cosas a la vez.

- ¿Cómo ves el panorama feminista actual?

- Mi país ha sido pionero y modelo para otros muchos países en latinoamérica con el movimiento 'Ni una menos'. Tiene muchos años y es muy potente, ha cambiado leyes y ha tenido gran influencia y además devolvió la política a los jóvenes argentinos después de la crisis de 2001. En los derechos de las mujeres encontraron un lugar donde militar políticamente. Es muy emocionante ver gente muy joven peleando por sus derechos, porque se les respete, en el caso de las chicas para que no haya abusos en colegios, cosas que se toleraron durante mucho tiempo y empezaron a salir a la luz gracias al protagonismo que han tomado las mujeres.

Políticamente me implico solo en temas en los cuáles me parece importante implicarme. No milito en ningún partido, si hay algo que no me gusta lo voy a decir. En Argentina ha estado la cosa difícil porque si criticabas a uno eras del otro y viceversa. Yo mantengo la línea con mi pensamiento y mi espíritu crítico. Si algo me parece bien lo diré y si está mal también. Sobre todo me interesan los derechos de las mujeres y que no retrocedamos en ciertas conquistas.

Por ejemplo, nosotros hemos culpado en Argentina a los militares de la dictadura militar con un juicio civil, son embargo empiezan a parecer voces de la ultra derecha que dice que quizás no estaba tan mal el orden... en esos caso sí salgo a hablar, me parece muy grave perder conquistas de la democracia, de ser mejores ciudadanos, pensando que la fuerza militar puede beneficiar. Ahí está el ejemplo de Bolsonaro, que empezó a decir estas cosas y hoy tiene más ministros de la milicia que civiles. Hay que estar muy atento a esto. Salgo a la calle por temas que me importan mucho.

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