Lluís Massanet escribe desde la periferia, desde un tercer espacio, sin expectativas, indeciso, un lugar en constante revisión, "el de los territorios marginales de la experiencia amorosa". El poeta acaba de publicar En entredit, un conjunto de textos recientes que exploran en los espacios vacilantes e indeterminados de la carne, muchas veces desde cierta espiritualidad. "El misticismo sólo me lo creo si hay carnalidad", confiesa el escritor de Sant Llorenç.

Massanet es de los que creen que los poemas se aparecen. "Es un material que se va produciendo cuando tú estás tranquilo, en un momento contemplativo, y se conjuran una serie de circunstancias que provocan que se abra una grieta en cómo captas la realidad, y por ella se cuela una fulguración, en forma de unas cuantas palabras seguidas", relata.

Al autor de otros poemarios como Interstici o Entretant le interesan las experiencias ascéticas, zen. "Para forzar la iluminación, los maestros budistas plantean un problema al alumno para comprobar sus progresos. A esto se le llama koan. Es un método para propiciar la intuición y una respuesta liberadora", explica.

La poesía podría tener algo de koan. "Es un método de conocimiento del otro y un sistema de autoconocimiento que se te impone. Hay una intuición que abre puertas de nuestro interior y da paso a fulguraciones que pueden tener una continuidad. Es entonces cuando empieza el proceso de creación del poema, que puede enriquecerse de otros elementos, como, por ejemplo, otras lecturas", relata.

La carne es uno de los territorios complejos de los poemas de Massanet. "El cuerpo puede ser un elemento muy problemático. Te hace sufrir. Muchas cosas tienen una traducción material en nuestra parte física, en nuestra materialidad", considera. "Para mí es extraordinario poder tener una relación problemática con la realidad", admite.

Haber vivido en espacios inconexos gran parte de su vida (Massanet reside en Cala Millor, un no-lugar en invierno) también deja una huella en estos versos directos y asertivos. "La depuración a la que he sometido estos poemas me ha hecho alcanzar cotas importantes de abstracción y síntesis. Cada palabra está muy pensada", reconoce.

El autor recomienda leer el prólogo que le ha escrito la crítica Begoña Méndez "como una guía" de sus composiciones, "es un texto fantástico, visceral, que se complementa con el mío, más seco", considera. Escribe la especialista en literatura: "Este libro es a la vez viva llaga y herramienta de indagación en la cotidianidad [...] Massanet es el poeta de la cicatriz y del coágulo, del miedo que echa raíces y se entumece en el lugar exacto donde antes se hizo el amor".

El poemario contará con varias presentaciones. El próximo 9 de marzo la puesta de largo será en Can Alcover, junto a Méndez y el también crítico Josep Maria Nadal Suau. En Barcelona, está previsto dar a conocer el libro el día 14 en el Espai Mallorca. "En todas las presentaciones me gusta leer versos, porque siempre he pensado que la poesía está escrita para ser leída, dicha. Muchas veces es cuando alcanza todo su sentido. Aprendí a recitar del actor Pep Tosar. Él lo hace muy bien", comenta.