La carta arqueológica subacuática de Mallorca va tomando forma. Esta mañana se han presentado los resultados de la primera fase de este proyecto que ha realizado trabajos de prospección en la zona de Pollença, concretamente, entre Cala Castell y Port de Pollença. (Vea quí las fotografías)

Una nave del Alto Imperio romano que transportaba un cargamento de tejas y una embarcación de época moderna que aún conserva elementos de madera de la arquitectura naval son los principales hallazgos de estas primeras prospecciones. El historiador y arqueólogo, Sebastià Munar, concretó que se han localizado más de veinte yacimientos arqueológicos. Además de las dos embarcaciones, destacó el hallazgo de una gran cantidad de objetos arqueológicos aislados como fragmentos de cerámicas que se lanzaban al mar. Ello ha permitido delimitar las zonas de fondeo donde las naves se refugiaban para protegerse de los temporales. (Vea aquí el vídeo)

Munar explicó que han aprovechado estas prospecciones para revisar el estado de conservación de los yacimientos que ya tenían localizados como, por ejemplo, el barco griego que se hundió en el siglo VI a. C. en Cala Sant Vicenç y que fue excavado en 2004 gracias a un convenio entre el Consell y el Centre d'Arqueologia Subaquàtica de Catalunya. El experto ha detallado que se trata de la nave más antigua localizada en Balears y han podido comprobar que estos restos se encuentran protegidas por una gruesa capa de arena.

Los restos arqueológicos localizados en esta primera campaña se han catalogado a través de unos ficheros de registro que contienen toda la información de estos yacimientos, es decir, situación, características, estado de conservación... De todas formas, Munar destacó que el acceso a esta documentación está restringido a los investigadores para asegurar su preservación.

Y es que tal y como reconoció el vicepresidente del Consell, Francesc Miralles, una de las mayores preocupaciones es el elevado riesgo de expolio del patrimonio arqueológico subacuático de Mallorca. Por ello, los directores de la intervención arqueológica, los técnicos del Consell y los responsables del Grupo de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS) han establecido medidas de vigilancia para garantizar su conservación.

Esta primera fase de la carta arqueológica subacuática continuará este año con una nueva campaña que se centrará en la zona de Alcúdia mientras que en 2020 las prospecciones tendrán lugar entre Can Picafort y Cap d'es Freu. Munar ha recordado que la carta arqueológica es un proyecto a medio y largo plazo que tiene como objetivo localizar la posición de los yacimientos, además de documentar los restos arqueológicos y valorar su estado de conservación con el fin de proponer acciones para proteger este patrimonio.

"La carta arqueológica es un documento fundamental para gestionar, investigar, conservar y difundir el patrimonio cultural subacuático de nuestras aguas", remarcó el Consell. "Estamos ante un ejemplo de colaboración entre instituciones que no se había visto nunca. El mar ha hecho posible que nos juntemos para hacer realidad un proyecto muy esperado", remarcó Miralles. "Instituciones, arqueólogos y cofradías de pescadores teníamos claro que debíamos hacer frente común para proteger y conservar la riqueza patrimonial de nuestras costas", resumió.

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