Espectáculo Café Saumell
Caixafòrum de Palma
Ensemble Una cosa rara
19/02/19
Con el espectáculo Cafè Saumell, los componentes del Ensemble Una cosa Rara, un trio formado por los clarinetistas Carlos Moliner, Naúm Monterde y Oriol García y a través de instrumentos construidos en el siglo XIX en los talleres más famosos de la época, pretenden que viajemos a la Habana de 1840 y que nos dispongamos a vivir el ambiente que se respiraba en los cafés cubanos del momento. Un ambiente lleno de artistas, artesanos, diplomáticos y curiosos que, sentados a las pequeñas mesas hablaban de sus cosas mientras los músicos amenizaban esas charlas, llenas de humo y botellas de ron. Y en el centro, parejas de baile se movían al son de las contradanzas caribeñas o al de las versiones de obras europeas de Verdi, Debussy, Rossini o Satie.
En el concierto que comentamos, que tuvo lugar el pasado martes en el auditorio del Caixafòrum de Palma, las melodías de Manuel Saumell se alternaron con fragmentos leídos de su diario y con otras composiciones más cercanas a nosotros como fragmentos de óperas del repertorio tradicional de los teatros europeos. Y es que no eran pocas las compañías italianas que paraban en Cuba para actuar en los teatros de la capital, llevando a la isla los mismos títulos que circulaban en Europa.
El Ensemble Una cosa rara tocó muy bien todo ese repertorio, con exquisitez y ritmo. Aunque pecó de cierta monotonía en el orden de las piezas del recital, pues tardaron demasiado en aparecer las obras más familiares al público asistente, numeroso por cierto. Utilizar la primera media hora para la interpretación de piezas de baile, en un recital, es demasiado tiempo. Quizás hubiera sido mejor interpretar las partituras de Manuel Saumell o Ignacio Cervantes entre las de Donizetti y Delibes, en vez de interpretarlas juntas en bloque. No hubiera cambiado el valor histórico del concierto pero sí se hubiera hecho más atractivo.
Aprovecho ese comentario para recomendar dos libros de Alejo Carpentier sobre Música: La Música en Cuba (hoy descatalogado) y Ese músico que llevo dentro (Alianza). Los dos realmente deliciosos.
