P ¿Qué balance hace del nuevo espectáculo de Dagoll Dagom desde su estreno en septiembre del año pasado en Barcelona?

R La respuesta del público ha sido tan magnífica que nos estamos planteando volver al Poliorama dos meses más la temporada que viene. Llenamos ese teatro mientras estuvimos allí y con los bolos estamos agotando entradas.

P¿Qué es Maremar?

R Es un musical muy comprometido con la realidad actual porque habla del problema de los refugiados. Y lo hace a través de una obra de Shakespeare, con la música siempre a capela de los nueve actores de la compañía, que interpretan temas de Lluís Llach.

P¿Un musical sobre los refugiados puede ayudar a sensibilizar a la ciudadanía?

R En los ojos de los espectadores yo veo el drama de los refugiados, que están a las puertas de Europa, sin poder entrar. La gente sale muy tocada de la función, muy sensibilizada. Muchas semanas hemos hecho colectas en las puertas del teatro para la ONG Open Arms, que está pasando muchas dificultades. Los gobiernos, de forma muy hipócrita, siempre dicen que hacen mucho pero en realidad el Ejecutivo español ha prohibido al barco de Open Arms salir a la mar a rescatar vidas. También ayudamos a una organización que se llama We Are Here, que trabaja para un campo de refugiados de Grecia.

P ¿Por qué cree que los gobiernos se comportan de modo hipócrita ante este drama?

R Porque les da miedo que entre gente y se coman el pastelito que nosotros tenemos.

P Los héroes de las epopeyas de nuestros días son los refugiados. ¿Qué le llevó hasta la historia de Pericles, en la que se inspira su musical?

R Alguien me recomendó esta obra [Pericles, príncipe de Tiro, de William Shakespeare], pero para hacer un musical muy festivo y alocado. Yo no la conocía, y al leerla y estudiarla, pensé con Anna Rosa Cisquella [productora ejecutiva del espectáculo] que podía ser trasladada a la realidad actual.

P Es el primer Shakespeare en la larga trayectoria de Dagoll Dagom. ¿Le tenía ganas?

R Soy un apasionado de Shakespeare, el dramaturgo más grande y

profundo de la historia. Jamás estaré saciado de hacer Shakespeare.

Siempre estaré dispuesto a enfrentarme a sus obras.

P¿Cómo se enfrenta uno al bardo de Avon?

R Desde el absoluto respeto y también desde el absoluto no-respeto. Hay que respetar lo uno cree que es esencial y no respetar lo que uno cree que alarga demasiado la escena o aquello que no interesa en este momento. En este caso hemos tenido que reducir la obra de forma considerable pero creo que hemos sabido mantener la trama, el interés por los personajes, las ideas más potentes y el lenguaje muy bien traducido al catalán por Salvador Oliva. En el producto final diría que Shakespeare está muy presente.

P ¿Por qué se ha representado tan poco este Pericles, príncipe de Tiro?

R Junto con Cimbelinoy Cuento de invierno, es de las obras menos representadas de Skakespeare, así es. Pericles es una obra que se escribió en colaboración, Shakespeare solo escribió el tercer, cuarto y quinto acto, de los dos primeros se encargó George Wilkins. La crítica shakesperiana la denomina como una de las problem plays, de ahí sus escasas representaciones a lo largo de la historia.

P ¿Qué lección extrae de este espectáculo?

R Que menos es más. Me refiero a la austeridad y la esencialidad de los elementos que construyen la función, con los que hemos logrado un potente resultado.

P¿Por qué pensó en las canciones de Lluís Llach para vestir el montaje?

R Porque en sus canciones hay muchas referencias al mar, al mar como puente de comunicación. El

espectáculo toma su título de una de sus canciones, Maremar [del álbum Camp del Barça, 6 de juliol de 1985]. Me pareció que por su color y sinceridad, las canciones de Llach aportaban mucha luz. No costó nada convencerle y nos dio permisó para usar su obra. Confió plenamente en nosotros. Él no participó en los arreglos, que son a capela, pero sí nos animó en la creación del espectáculo.

P Confiese un secreto. ¿Cómo se mantiene una compañía durante 40 años?

R Trabajando mucho y cobrando poco. En la estima del público siempre hemos estado arriba pero a nivel económico hemos sufrido altibajos y crisis constantemente, como toda empresa.

P¿Qué banda sonora le pondría al auge de la extrema derecha?

R Una canción muy casposa que cantaba Celia Gámez: Ya hemos pasao. Hay mucha gente a la que los conceptos de libertad y democracia todavía le sientan fatal, criterios que me recuerdan la España negra.

P Una España que conoció.

R Por eso no quiero saber absolutamente nada de ella. Mi sorpresa ha sido enorme cuando he visto que la España oscura sigue ahí, con mucha gente anclada en el militarismo, el machismo, el autoritarismo, el sexismo... en definitiva, en las diversas formas del fascismo.

P¿Qué haría su amigo Pepe Rubianes ante tanto ataque a la libertad de expresión?

R Decir las cosas como son y ponerlo todo patas arriba; decir la verdad y no ser políticamente correcto. Atacar con la palabra y la risa, lo más eficaz para atacar a esos energúmenos.