Mejor imposible" también podría haber sido un buen título para este comentario. El Trio formado por Ballaké Sissoko de Mali, Driss El Maloumi de Marruecos y Rajery de Madagascar, con instrumentos propios de la música tradicional de sus países, ofrecieron un recital de música bellísima, a medias entre la tradición y el jazz.
Sí, mejor imposible. Pocas veces este comentarista ha asistido a conciertos en los que la fusión entre la música étnica y otras formas musicales sonara tan bella. Una velada, sin duda, memorable que recordaremos los que tuvimos la suerte de asistir, casi llenando la sala del Caixafòrum de Palma.
La Kora, el oud y la valiha, instrumentos musicales provenientes de las tradiciones africanas, sonaron muy bien. Siempre protagonistas, aunque en algunos momentos acompañaran las voces de sus intérpretes.
Ritmo, mucho ritmo, y sin instrumentos de percusión propiamente dichos. Los solistas hacían valer su buen hacer para convertir lo que son instrumentos de cuerda en instrumentos de ritmo.
Sin hablar de las melodías. Todas ellas muy hermosas. Incluso alguna con un sentido lúdico y curioso, como la de la pieza The Mosquito, que tuvo su gracia y que hizo sonreír al público.
Esos tres virtuosos, que desde hace más de doce años tocan juntos bajo el nombre de 3M, bien podrían aumentar ese número y pasar al 4M, añadiendo a las M de las iniciales de sus países, la M de Música, así en mayúscula.
