Patrimonio dispone de 20 meses para cerrar la incoación y declarar Can Pueyo como Bien de Interés Cultural en la categoría de monumento. En el informe elaborado, el departamento que dirige Kika Coll solicita a la propiedad un conjunto de medidas como poder acceder al casal y que todos los bienes que forman parte de la colección de artes decorativas sean devueltos a su espacio original. Coll ha puntualizado que los técnicos visitaron el casal a finales de noviembre y los elementos decorativos y el mobiliario no estaban en las salas nobles. Precisamente, esta colección de artes decorativas es uno de los elementos que otorgan mayor valor a Can Pueyo. Coll ha explicado que la propiedad argumentó que retiraron la colección con motivo de unas obras y que está guardada en buen estado. Ahora, puntualiza el informe, cualquier intervención que se quiera hacer en el edificio deberá pasar por la comisión de Patrimonio.

En el informe de Patrimonio, se incluyen un conjunto de medidas de protección y unas directrices de intervención en las decoraciones y en el mobiliario, también se recogen unas pautas de conservación preventiva del mobiliario y se establecen unos criterios de conservación y restauración. A partir de este informe inicial, el departamento debe elaborar un catálogo y un inventario exhaustivo de todos los bienes que contiene el casal, además de una ficha técnica de cada pieza y la documentación fotográfica. Por ello, solicitan acceder al casal y analizar las piezas de la colección.

Además de la significación arquitectónica, la decoración interior es uno de los valores más singualres de Can Pueyo, considerado uno de los conjuntos más homogéneos de mobiliario y artes decorativas de Mallorca y uno de los conjuntos del barroco señorial mejor conservados del Estado. Su biblioteca también le otorga un valor patrimonial de primer orden ya que es una de las más importantes de la isla de finales del siglo XVIII. Kika Coll recuerda que incluye el fondo bibliográfico de Josep de Pueyo i de Pueyo y parte de la biblioteca de Bonaventura Serra i Ferragut.

Kika Coll explica que en 1973 se declararon BIC grandes casales de Ciutat pero Can Pueyo quedó fuera. “Hasta día de hoy era un tema pendiente”, lamenta la directora insular de Patrimonio. “El conjunto de Can Pueyo es uno de los últimos grandes ejemplos de las artes decorativas de finales de siglo XVIII. Para redactar este informe inicial, Coll ha reconocido que se ha tenido que hacer una investigación intensa en archivos, bibliotecas y publicaciones porque no se tenía acceso directo al casal. “Ahora tenemos 20 meses para cerrar la incoación y poder hacer la declaración como BIC tanto de la parte inmueble como de su mobiliario interior”, resume.