Núria Güell recibió ayer el premio Ciutat de Palma de Artes Visuales como un "chute de energía" pero también quiso destacar la importancia que tiene un reconocimiento en metálico como este (12.000 euros) para los artistas como ella, "en una situación tan precaria".

En De putas. Un ensayo sobre la masculinidad, un vídeo de gran formato, Güell aborda la relación entre sexo y poder a través de los testimonios de las prostitutas, unas "interlocutoras válidas", que explican cuál es su experiencia con sus clientes, de manera explícita. Por esa crudeza de las palabras de las mujeres entrevistadas, que el jurado ha valorado para darle el premio, en otras ocasiones a la autora se le ha sugerido que debía advertir sobre que el contenido podía herir sensibilidades. Algo que, en su opinión, no deja de ser sintomático de cómo cuesta aceptar otras visiones sobre la masculinidad.

"Lo que trasmiten todas estas mujeres es clave para repensar la masculinidad", explicó ayer la artista sobre su trabajo. "Mi punto de partida era que la masculinidad tiene que ver con la jerarquía de poder, tanto en la esfera pública como privada", aportó Güell.

Actualmente embarazada, la artista catalana trabaja en un proyecto sobre la maternidad y el derecho a decidir sobre el aborto para la Bienal Internacional del Cartel en Varsovia. "El rol del artista es este, hacer reflexionar sobre cuestiones sociales", añadió.