Después de muchos años de escribir, el trabajo poético de Pérez i Pinya ha sido reconocido. Así es como lo siente él. Ut pictura poesis, que es el título provisional de este "libro viejo, como yo", según el mismo autor, es un recorrido por las imágenes emocionales cambiantes y reflexivas de su escritor. "Los amigos que he importunado con mis poemas me dicen que es un libro oscuro, que tiendo a la concentración temática y que en lugar de fluir sobre una sola idea incluían muchas reflexiones". El poeta no lo niega y acepta que sus versos pueden resultar algo herméticos y de complicada comprensión, pero señala que eso no ha sido algo intencionado.

Lo que sí es voluntario es la estricta métrica de sus poemas. "Creo en la métrica porque es a partir de esta que la poesía se convierte en música", comenta el ganador del premio Joan Alcover. Algo que no quiere decir, precisa, que solo lea este tipo de poesía. Al contrario, se define como un lector para nada restrictivo, con experiencias lectoras del siglo pasado pero con intereses en las nuevas voces. Aun así, se declara un "profundo admirador de Gabriel Ferrater".

Es licenciado en Filosofía y letras y especializado en Filología Catalana, formación que explica que el jurado haya destacado de su Ut pictura poesis "la voluntad de construcción literaria, la exquisitez formal y la riqueza lingüística".

Los poemas de Pérez i Pinya hablan sobre "las perplejidades de la vida y de aquello que no somos capaces de comprender". Sus reflexions abarcan cuestiones tanto del amor como de la muerte, así como del sentido de la existencia, "una pregunta que siempre nos persigue". Al final, dice el poeta, "tratan los temas de siempre".