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Entrevista

Francisco Valero-Terribas: "Los grandes compositores de bandas sonoras serán recordados como ahora lo son Bach y Mozart"

"Los compositores de bandas sonoras de videojuegos tendrán su lugar en la historia de la música"

El director Francisco Valero-Terribas.

El director de Orquesta valenciano, muy valorado por Lorin Maazel y López Cobos, dirige esta tarde a la Simfònica en un concierto que con música de películas se ofrecerá a las 20h en el Palacio de Congresos de Palma.

P ¿Cuál es el objetivo del concierto de esta tarde?

R Sin duda acercar la orquesta a un público más joven, que no suele frecuentar las salas de concierto cuando se programan obras de compositores clásicos. Sin menospreciar en absoluto a los nombres que figuran en el programa de hoy, que también son clásicos contemporáneos.

P Hablando de clásicos ¿Qué será de Johnn Williams o Bernard Herman dentro de dos siglos?

R Sin duda los grandes compositores de bandas sonoras serán recordados como ahora lo son Bach y Mozart. Y diré más, los compositores de bandas sonoras de algunos videojuegos también tendrán su lugar en la historia de la música.

P Cuando un director pasa de dirigir una sinfonía de Beethoven a una banda sonora, ¿cambia su disposición?

R No, en mi caso puedo decir que es la misma. Me sitúo por igual frente a una partitura del romanticismo que ante una obra pensada para el cine. Siempre que la calidad de la partitura sea indiscutible, como lo son las de los autores que interpretaremos en el concierto con la Orquestra Simfònica. De todas maneras soy un poco crítico con las adaptaciones de esas obras para las salas de concierto ya que en más de una ocasión no son los mismos autores los que las adaptan para ser interpretadas en público, lo que puede repercutir en la calidad de los arreglos.

P Y la del espectador ¿cambia?

R Naturalmente. No tiene el mismo impacto escuchar la música acompañando las imágenes que hacerlo en una sala de conciertos a modo de suite o de hightlights encadenados. Pero nuestro trabajo, el de los músicos, es conseguir recrear el ambiente que haga revivir los momentos de la película. De hecho la interpretación de la música de algunas escenas del film Tiburón de Spielberg consigue estremecer cuando se ofrece en una sala de conciertos. Ahora bien, es difícil que las sensaciones sean exactamente las mismas cuando no tienes las escenas delante.

P Por contra grandes directores como Visconti o Kubrick tomaron temas de la música culta y los utilizaron en sus películas. ¿Qué opinarían Strauss o Mahler de esa situación?

R A título personal diré que no creo que les hiciera mucha gracia. Ellos crearon sus obras para ser interpretadas en una sala de conciertos, con un mensaje concreto, no para ilustrar imágenes. Me viene a la cabeza Also Spracht Zaratustra de Richard Strauss que hoy todos relacionamos con el inicio de 2001 una odisea del espacio; en ningún momento pensó el compositor en el Universo y menos en las naves espaciales, él quería explicar con sonidos las ideas de Nietszche. Aunque, repito, es una valoración personal.

P ¿La música de cine es de segunda división?

R Puede que algunas personas así lo consideren, incluso algunos músicos lo crean, pero no es así. Si esas partituras se trabajan bien, pueden ser tan atractivas y conseguidas como una sinfonía de Brahms, salvando las distancias conceptuales. Hoy en muchas partituras pensadas para el cine podemos encontrar rasgos de contrapunto y elementos harmónicos propios de la música culta. Tanto director como músicos debemos sacarlos a flote. Solamente desde la convicción conectaremos con el público. Hoy las grandes orquestas programan este tipo de música. Por algo será.

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