La 34 edición de la popular función al aire libre -si no llueve- de la obra de Llorenç Moyà, Adoració dels Tres Reis d'Orient, llenó Ses Voltes [vea aquí las imágenes]. El sol del mediodía acompañaba: los allí presentes absorbieron vitamina D para lo que queda de invierno. Quizás ese exceso de luz fuera el culpable de los muchos errores que hubo en la función, según comentaban algunos de los que asisten al espectáculo cada año. Sin embargo, estos pequeños despistes se convirtieron en un componente humorístico más que el público, comprensivo, aceptó. Sin embargo, cabe mencionar la gran labor de apuntadora que realizó la actriz Lina Mira, que fue una excelente maestra de ceremonias.

Si el año pasado los temas que protagonizaron las morcillas fueron el artículo 155 y la crisis de Cataluña, entre los protagonistas de ayer estuvieron la contaminación por los plásticos en el mar y la posidonia -una crítica y una reivindicación muy presente en el vestuario, diseñado por Rafael Pizarro- y el feminismo. "Des de Líbia a Mallorca hem trobat port segur, i després de nedar una estona entre condons, tampons i taps d'ampolla, hem arribat", dijo el Rei Gaspar, interpretado por la número 2 de Podem Palma, Sonia Vives, nada más salir a escena. Además, durante un momento de la función sacó una pancarta donde se podía leer Nos asesinan. El "machismo criminal" y la Manada fueron elementos recurrentes en el tema feminista. La reivindicación de la periodista Clara Ferrer, que encarnó el ángel, fue el "amor real, que no és control. Per així no anar de dol, que això no té consol".

"És un desbarat votar aqueixa dreta feixista, de Vox, PP i Ciutadans que fomenten l'odi entre germans" fue una de las que se llevó la derecha de parte de Mercè Borràs, concejala de Palma, que interpretó al criado del Rei Baltasar. "Aquests sí que mos en donaran d'autopista" sentenció a modo de contestación al criado del Rei Melcior, interpretado por Lluís Segura, regidor de Manacor, que lanzó un dardo a Ensenyat bien al principio de la obra: "I Déu vulgui que a l'instant, on anam, arribem ben d'hora. Sobretot si n'Ensenyat mos hi planta una autopista!". El criado se encargó de advertir a su rey, que encarnó el regidor de Ciutadans de Palma, Josep Lluís Bauzà, en uno de los momentos de más carcajadas del espectáculo, que "volen governar i no se pot ni aprendre el text", puesto que Bauzà fue el que más veces se olvidó de sus diálogos.

Pero hubo más: Valtònyc y la libertad de expresión, la República, los refugiados, el precio del alquiler en Palma, el turismo, las tres conselleres de Cultura que ha tenido esta legislatura... Incluso hubo, encima del escenario, patinetes eléctricos, objeto polémico y de pura actualidad.

El vestuario

Mención a parte merece el vestuario, elemento clave de la función, lleno de referencias, críticas y reivindicaciones -más o menos discretas-. Las capas de los reyes llevaban cosida una silueta de posidonia. El Rei Herodes, interpretado por Joan Carles Palos, vestía con los colores de la bandera de Israel: "Herodes simboliza el poder político. Lo he vestido de estos colores porque es el malo", apuntó el modisto, Pizarro. No faltó detalle. Los Doctors de la Llei llevaban en sus cabezas los másteres de Casado y de Cifuentes, y una tela con ilustraciones referentes al folclore español cubría sus birretes.

Al final de la función, haciendo de pastores, estaban Teresa Canalejo y María Guilía, alumnas del Centro de Educación Especial (CEE) y miembros de la Asociacion de Paralisis Cerebral de Balears (ASPACE). "Hoy nuestro regalo es un deseo de ilusión por conseguir un mundo mejor, donde todos seamos iguales pero diferentes, y que las diferencias nos unan para compartir lo mejor de nosotros". Y con un alegre "feliz año inclusivo" concluyeron su actuación.