Miquel Barceló volverá a exponer en Madrid, en la galería Elvira González, y para su regreso ha elegido una treintena de obras inéditas, pintadas en los últimos dos años y que ha bautizado como Vida de pulpo en la que refleja la "romántica" y "desoladora" relación del hombre con el mar y su naturaleza.

"Llevaría una vida de pulpo. De noche comiendo cangrejos y gambas. Y en las horas de sol, dentro de las barracas. No iría casi nunca a Ciutat, ni a misa, ni al mercado", revela en el cuaderno que Barceló fue escribiendo y dibujando al tiempo que realizaba las obras que expondrá en Madrid a partir del 19 de enero.

Se trata de 15 lienzos, 12 obras en papel y 2 cerámicas, en las que no solo aparecen elementos de la fauna de ese mar que le es tan cercano y que él incorpora a sus piezas como amenazador y amenazado sino otras abiertamente críticas como la barcaza que aparece llena de seres humanos en contraste con otra vacía.

El pintor de Felanitx, que el 8 de enero cumplirá 62 años, explica en los diarios que se recogen en el catálogo de la exposición la evolución de su trabajo, desde su planteamiento hasta su ejecución. Además, recoge pensamientos del artista que van desde temas cotidianos y obligaciones diarias a pensamientos de carácter poético y filosófico.

"Tendría cuidado con las morenas pero me entretendría mirando un sorbo de tinta suspendido, exuberante (circunspecto) siempre a punto de proyectar un gargajo negro definitivo y acabar cualquier conversación", asegura en sus diarios.