Santa Eulàlia se rinde a la Festa de la Sibil·la, uno de los conciertos más queridos y emblemáticos de la Capella Mallorquina (vea aquí las imágenes). Su director José María Moreno ha recordado que más que un concierto se trata de una para liturgia, una escenificación en torno a la figura de la Sibil·la en la que se muestra cómo debía escucharse esta música en la Mallorca de la Edad Media.

La Festa, que ha empezado con una primera parte que simbolizaba el adviento, ha arrancado con las antiguas cantinelas medievales de acuerdo con la norma introducida por el obispo Vich i Manrique el 24 de diciembre de 1575. Los espectadores han disfrutado con algunas de las piezas del gran polifonista del renacimiento español Tomás Luis de Victoria.

En la segunda parte del recital, la Sibi·la ha tomado el protagonismo. Ha aparecido esta tradicional figura recordando a la profetisa de Eritrea. La soprano solista de la Capella Mallorquina, Cristina Van Roy, ha sido la encargada de interpretar el famoso cántico, que se ha alternado con los interludios El jorn del Judici del Cantoral del Convent de les monges de la Concepció de Palma, El jorn del Judici de Bartolomé Cárceres (Cancionero del Duque de Calabria) y Entre Ave et Eva de las Cantigas de Alfonso X el Sabio.

Una vez finalizado el canto de la Sibil·la, han repicado las campanas y la iglesia de Santa Eulàlia se ha iluminado. La trompetería del órgano ha sonado simbolizando el fin del Antiguo Testamento y la llegada del Mesías en la jubilosa Nit de Nadal. Una procesión infantil ha ofrecido sus presentes a Jesús que acababa de nacer.

La parte final del concierto ha terminado con una selección de villancicos tradicionales como Els àngels de la glòria, Nadal, Fum, fum, fum, És avui Nadal, Hacia Belén va una burra, Joia en el món, Adestes Fideles o Santa Nit, la más conocida entre las obras navideñas y que este año cumple 200 años desde su estreno.