El Taller Sert reabre sus puertas como un claro reflejo del proceso creativo de Joan Miró. El nuevo espacio pretende ser un espejo del espíritu del artista catalán afincado en la isla pero para conseguirlo esta reapertura está envuelta en una gran novedad: no hay pinturas originales de Joan Miró, son reproducciones.

¿El motivo? La conservación. El edificio no dispone de un control de temperatura y humedad que garantice la óptima preservación de las obras, por ello, se han realizado 65 reproducciones de telas de la colección de la Fundació Pilar i Joan Miró en los talleres de obra gráfica con el consentimiento y supervisión de Succesió Miró.

Así lo explicó ayer su director Francisco Copado. "Las obras originales están en buen estado pero esta coleccion no podía regresar al taller porque no reúne las condiciones de conservación necesarias. El hecho de que sean reproducciones se explica al visitante", argumentó Copado que mantuvo que la obra reproducida "permite acercarnos más al taller como lo dejó Miró". Las obras originales se custodian en las cámaras de seguridad y algunas se exhiben en 'Miró, esperit salvatge'.

La conservadora Patricia Juncosa explicó que el patronato no dudó en tomar esta decisión. Además de la conservación, otro tema que pesó fue la relectura que permiten hacer estas obras sin marco y sin vidrio como obras en curso, apilarlas, apoyarlas en la barandilla e incluso ponerlas en el suelo, tal como las tenía Miró durante los años en que trabajó en el taller.

Se han reproducido los recortes, los dibujos y las anotaciones. El mobiliario, los objetos y los utensilios son los originales. Se han comprado antiguos ejemplares de libros de su biblioteca principal, se han reincorporado algunas postales localizadas en cámaras de seguridad como Ermita de la Mare de Déu de la Roca de Mont-roig y se ha recuperado la fotografía del Mas Miró de Mont-roig de 1911. En el antiguo espacio de acceso, también se reubica la cama de descanso de Miró son somier, colcha y colchón original. También se ha restaurado El Sol de Palma que domina el taller.

Rehabilitación

El Taller Sert cerró en febrero. Primero se desarrolló un proyecto de ubicación e inventariado de todos los objetos. En total, 4.000 que se catalogarán a través de MuseumPlus. Las obras de rehabilitación arrancaron en junio y se prolongaron hasta octubre. La actuación pretendía solucionar las patologías que presentaba el edificio: lesiones y fisuras en los pilares, forjados y pavimentos, además de manchas de humedad en paramentos, pavimentos y techos.

Una de las intervenciones más destacadas ha sido la reparación del pavimento de baldosas de barro cocido del espacio principal del taller, afectado por filtracioes de agua y la humedad.

Todas las baldosas se enumeraron y se fotografiaron para realizar un proyecto de mapeo e inventariado de las manchas del pavimento, unas manchas que han permitido tener una visión globar del taller y entender cómo Miró se movía por el espacio. "Hay una mayor densidad de manchas en unos sitios que en otros. Antes de la intervención el taller estaba colocado de manera homogénea. No había unos recorridos marcados. El propio espacio nos explica cómo trabajaba Miró. En el fondo era donde tenía todas las obras. La entrada estaba más vacía porque era donde revisaba los catálogos, la correspondencia...", destacó Juncosa, que recordó que los años 70 fueron los de mayor producción.

Y es que el departamento de Colecciones ha realizado una labor previa de investigación a partir de la observación del material audiovisual y la recopilación de fotografías históricas del taller durante el tiempo en que Miró trabajó en él. Ello ha permitido una relectura del espacio y replantear la ubicación del mobiliario y los objetos de forma que la recreación sea fiel y comunique la presencia del artista huyendo de toda artificialidad.

Para enriquecer la experiencia del visitantes , se ha replanteado el recorrido de la visita. Ahora se entra por la puerta amarilla. Antes de entrar al espacio principal, se prepara al visitante con la proyección del audiovisual 'Je rêve de un gran atelier' de La Perifèrica. La sailda es por la puerta azul de la fachada sur, lo que mejora el movimiento de los visitantes creando un circuito circular.