La noche de doce años
Uruguay, España, 122 min.
De Alvaro Brechner. Actores: Antonio de la Torre, Chino Darin, Alfonso Tort, Silvia Pérez Cruz. Cines: CineCiutat
Prólogo necesario. José Mujica (La Torre), Mauricio Rosencof (Darin jr) y Eleuterio Fdez Huidobro (Tort) fueron cabecillas del movimiento Tupamaro uruguayo de los años 70. Aunque la dictadura en ese país fue tan cruel como las del resto del Cono Sur, la guerrilla Tupamara no fue pacifista, equivalió a ETA en vida de Franco. Al ser capturados, ellos tres y un puñado más de activistas, los militares decidieron utilizarlos como rehenes para que (lo que quedaba de) su organización colgara las armas. Un sólo atentado y los fusilarían.
Sin ejecutarlos ni torturarlos con saña (salvo muy al principio) les aplicaron el manual completo de tortura psicológica. El inmenso reto en esta película de Alvaro Brechner (Mr. Kaplan, Mal día para pescar) era lograr transmitir un atisbo de lo que pasó por la cabeza de esos hombres en los doce años que estuvieron presos. En sucesivas celdas de castigo y obligados a guardar silencio. Puntualmente lograron comunicarse golpeteando la pared, algún celador mostró una gota de conmiseración, y recibieron contadísimas visitas familiares. Mújica, el más introvertido, sufrió paranoias y neurosis auditivas que casi lo quiebran del todo. Rosencof y Huidobro se aferraron a los recuerdos de sus familias (recreados con flashbacks), al instinto de supervivencia, al orgullo, al sentir, no era poco en esas condiciones, que los otros dos seguían allí, a un pétreo metro de distancia. El guión y los actores logran mantener el interés del espectador con esas acciones mínimas y que los militares no parezcan del todo acartonados. Un recordatorio más, como El silencio de otros, de lo inhumanas que son todas, repito todas, las dictaduras.
