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Entrevista

Juan Pérez Floristán: "La gente piensa que los músicos estamos enrocados en el elitismo"

"¿Cómo se mide en el mundo del arte quién es mejor? Esto no es como el deporte", apunta el pianista de 25 años

Juan Pérez Floristán, ayer, en su primer ensayo con la Simfònica, en Palma. guillem bosch

P ¿Cómo se toma que digan de usted que es uno de los mejores pianistas del momento, pese a su juventud?

R Bueno? No le doy espacio en mi cabeza a esto. Me parece contraproducente. Hablamos del mundo del arte, decir quién es mejor? Esto no es como en el deporte, donde al final ves quién está el primero de la lista porque el que gana, gana. ¿Cómo se mide esto en el mundo de la música? Los conciertos no se ganan, los conciertos se tocan. Suena paradójico que lo diga alguien que recibió un empujón en su carrera gracias a un concurso, pero la vida en sí es paradójica. Al final, con esto puedes pensarte que eres mejor de lo que realmente eres. Para mí, la opinión que realmente cuenta es de muy poca gente. Mis maestros, mi madre...

P¿Cuándo decide que quiere dedicarse a la música?

R Es difícil poner una fecha porque fue bastante gradual. Si de repente tocas tres conciertos en los que te pagan te das cuenta de que no solo te gusta, sino de que te puedes ganar unos eurillos. Yo creo que fue sobre los 16, porque a partir de los 18 años ya empecé a pagarme mi vida. En ese momento lo vi claro.

P ¿La música clásica es para unos pocos?

R Para nada. Lo que sí que hay que admitir es que hay cosas en este mundo que requieren cierta atención o costumbre. Se habla de cine, así, en general. Y ahí se incluye la última de Los Vengadores y las de Kubrick. El público no es el mismo. Yo para ver Kubrick no he tenido que estudiar edición, ni montaje. Me he acostumbrado a ver películas que son más lentas, en las que no es tan importante la historia sino el cómo te lo cuentan. Esto es lo mismo. Yo no le voy a prometer a la gente que porque vaya en vaqueros y lleve un pendiente ya le va a entrar la clásica a cualquiera. Hace falta un poco de paciencia, lo admito. Pero? ¿Cuánta gente visita el Prado y no se entera de nada?

P ¿Y por qué la gente va al Prado sin enterarse de nada y no a un concierto de clásica?

R La música clásica tiene un pasado asociado a la clase alta, burguesía, mucho antes a la nobleza. Y claro, tiene ese estigma de elitismo. Sin embargo, en 2018 esto es una excusa. Hacemos cantidad de conciertos en cárceles, hospitales, colegios. La gente se piensa que los músicos estamos enrocados en nuestro elitismo. Y no, para nada. No sabes la alegría que nos da ver un auditorio cuando la mitad de gente tiene 20 años, algo que no pasa casi nunca. Para que eso pase se necesita un proyecto político y educativo mucho más ancho, con el objetivo de que la gente piense en la música como algo que le pertenece y le guste. Para que igual que se va al teatro o al cine, se elija también ir a un concierto de clásica. Eso no se inculca.

P ¿Cómo es su relación con el piano?

R Es bastante buena, aunque a veces acabas un poco hasta la coronilla. Sin embargo, llega un punto en el que tienes tal simbiosis con tu instrumento que simplemente lo que quieres decir te sale con los dedos. No es un elemento separado de mí, mi relación con el piano es la misma que conmigo mismo. Conozco músicos que tienen relaciones muy tóxicas con su instrumento.

P ¿Cómo será su participación en el concierto de la Orquestra Simfònica de esta noche?

R Yo participaré solamente en una obra de unos 30 minutos: Rapsodia sobre un tema de Paganini, de Rachmaninov.

P ¿Qué opinión le valen los 'Preludios' de Chopin, que escribió en Mallorca?

R Para mí son una de las grandes obras maestras de la música y de la obra de Chopin. Este compositor tiene unos Nocturnos maravillosos, una Polonesas muy divertidas? Pero los 24 Preludios, eso es? Y para colmo los compuso en la isla.

P Tendrá que venir aquí para componer algo igual.

R Hombre, no sé... (ríe). Hay que decir que Chopin lo pasó fatal en la isla.

P ¿Le gusta el jazz?

R Hombre, mi sueño frustrado es tocar jazz, pero el piano jazz es muy difícil, y no tengo tiempo para estudiar. Por eso ahora hace dos años que toco la batería, para hacer algo distinto a la clásica. La percusión siempre me ha llamado mucho la atención.

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