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Entrevista

Alfredo Sanzol: "La ternura se asocia con lo blando, cuando es un síntoma de fortaleza"

Su obra aborda la lucha de géneros: "Quería vengarme un poco de esas personas que dividen el mundo entre hombres y mujeres"

El autor y director de teatro Alfredo Sanzol. Clàudia darder

P La ternura es una comedia, pero su explicación no resulta muy divertida. Dice que habla de "la imposibilidad de protegernos del daño que produce el amor".

R Sí, es verdad que dicho así no produce risa. Es la historia de una reina y sus dos hijas que van en la Armada Invencible, un galeón. La reina decide hundirlo para librar a sus hijas de los matrimonios de conveniencia a los que las envía el rey Felipe. Así que hunde la Armada para llegar a una isla desierta y fundar allí una república de mujeres.

P ¿Por qué hace eso?

R Es una reina a la que los hombres siempre han ninguneado. La cuestión es que llega a una isla que creía desierta pero donde viven unos leñadores, desde hace 20 años, que huyen de las mujeres.

P La obra está ambientada en el siglo XVI.

R Sí. Todo el proyecto de la La ternura nace de trabajar con la comedia shakesperiana. Estuve releyendo y estudiando sus comedias y después de impregnarme por las atmósferas, personajes y mecanismos de narración que tiene Shakespeare para hacer comedia yo escribí La ternura. Quería hacer una obra contemporánea vestida de antigua. Mi imaginación pensaba que la historia pasaba en este tiempo, y cuando la imaginación está cómoda, ya está.

P ¿Cómo lo ha conseguido?

R Sobretodo por el lenguaje, que recuerda mucho al shakesperiano. Intenta recrear muchas imágenes, hay muchas metáforas... Está muy construido pero parece muy natural, cotidiano. Se ambienta en un mundo en el que los personajes hablan muy bien, donde las imágenes se mezclan con elementos de humor un poco más populares y bastos, como hacía Shakespeare.

P ¿Es una obra poética?

R Sí. Toda la función tiene mucho de poética. Hay un intento de darle al lenguaje fuerza y potencia para que al público le parezca espectacular y que, además, a los personajes les de un elemento característico, que no puedan ser cualquier personaje que te puedas encontrar por la calle. Que tengan algo de específico, de fantástico.

P Este texto le ha valido el Premi premio Valle Inclán el pasado mes de mayo. ¿Cuál ha sido el secreto de su éxito?

R Eso nunca se sabe. Si supiese cuál es la llave del éxito, en lugar de estar haciendo la entrevista estaría escribiendo otra obra. Yo creo que nos gustan los textos clásicos, los necesitamos, porque nos dan sustento, una base frente a tanta rapidez y novedad que hace que casi no puedas pillar lo que viene después porque enseguida hay otra cosa nueva. Los textos clásicos te dan solidez, te conectan con los orígenes. Y luego mezclas esto con una historia nueva como es la de La ternura, que está muy conectada con la realidad aunque los personajes parezcan antiguos. El texto está construido con mucho cuidado y mucho juego. Es muy teatral. Creo que es una fiesta del teatro. Pero todo esto que te digo son suposiciones.

P Aunque se intuya, hábleme de los temas que se tratan en La ternura.

R El tema que salta a la vista es la lucha de géneros. Quería vengarme un poco de estas personas que dividen el mundo entre hombres y mujeres. Una división que me parece muy superficial y que nos ha hecho mucho daño a todos. Yo siempre he tenido diferencias con la gente por su ideología, sus gustos? Pero no por ser hombre o mujer. Quería hacer un poco de coña con esto. Por eso está el personaje del leñador marrón, que es un misógino que no quiere saber nada de las mujeres y, por otra parte, la Reina Esmeralda, que no quiere saber nada de los hombres. A raíz de esto sale el tema de la ternura, que da nombre a la obra.

P ¿Qué es la ternura?

R Es la manera en la que se expresa el amor. Me gustó, cuando lo investigué, que todo lo que tiene que ver con las expresiones del amor, desde la escucha, las caricias, el acompañar, el compartir, la generosidad, todo esto que entendemos por amor, es ternura. Y es un síntoma de fortaleza. La ternura se asocia con lo blando, cuando es precisamente lo contrario. Es una muestra de fortaleza porque cuando estás débil y mal no puedes ser tierno, no tienes capacidad de ser generoso porque tienes que ocuparte de tus problemas.

P ¿Hace falta más ternura en estos tiempos?

R Sí, siempre. A todos nos hace falta dar más y recibir más. La realidad suele ser muy áspera, y somos como muy tacaños con la ternura. Parece que no se expone porque nos compromete o que nos ponemos en peligro. Parece que vamos a estar más protegidos si somos ásperos. Creo que este es un pensamiento erróneo que nos hace muy infelices a todos.

P Cómo nos relacionamos con las personas representa algo que siempre invita a la reflexión. ¿Su manera de reflexionar es escribiendo teatro?

R Sí. El teatro es mí manera de pensar, de expresar aquello que no sé expresar de otra manera. Es mi manera de construir otros mundos, otras posibilidades, personajes que son la metáfora de mis obsesiones o de mis miedos. Para mí el teatro es todo, mi manera de construir en el espacio.

P El año pasado recibió el Premio Nacional de Literatura por La respiración

R Son muy importantes por el reconocimiento social que te dan. Yo los vivo con agradecimiento. Los premios uno no los elige, se los dan y al día siguiente hay que seguir trabajando porque los premios no escriben obras.

P ¿El teatro está viviendo un buen momento?

R Es muy buen momento para la dramaturgia. Y también para que las instituciones públicas apuesten de una manera más clara por las artes escénicas. Y por la cantera. La cantera necesita un apoyo que no está teniendo y creo que tendrían que dárselo.

P ¿Para qué sirve el teatro?

R El teatro es como la sopa, sirve para todo. Yo creo que reunir al público en un hecho artístico, con unos actores en un escenario, tiene una fuerza social y política muy importante. A partir de ahí todas las historias que cuentas sirven para que el público pueda recolocar su vida cotidiana. El teatro es un entrenamiento para vivir a nivel social, político, privado, a nivel de fantasías? Se ocupa de los tabús, de lo prohibido, de los conflictos sociales. Sirve para ofrecer posibilidades que todavía no existen.

P ¿Puede ser generador de nuevos mundos?

R Totalmente. Una obra nueva te abre posibilidades, o te libera. Y eso es lo que engancha. Además lo hace con gente de carne y hueso, en directo. Los cambios sociales son muy lentos y microscópicos. Estoy leyendo sobre historia del siglo XVII y para poder entender la realidad que vivimos ahora hay que entender las ideas que comenzaron a surgir en la España de ese siglo. Entonces, claro, la experiencia que tenemos de vida es muy corta pero las ideas en las que basamos nuestra vida son muy viejas. Si intuimos que una idea no nos sirve, es vieja y hay que crear una nueva, tenemos que pensar como si estuviéramos construyendo una catedral: que la van a disfrutar nuestros nietos o biznietos, no nosotros. Y eso me parece un acto de generosidad que solamente puede hacer el ser humano. Solamente el ser humano puede pensar "voy a hacer algo que lo van a disfrutar de aquí cuatro generaciones". Eso es un acto de creatividad hondo y serio. Y todo lo demás, ese querer las cosas rápido, es infantil.

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