Namibia se encuentra en el suroeste de África y es uno de los países más inhabitados del planeta debido a la gran cantidad de desiertos áridos que contiene. El desierto Namib, considerado el más antiguo del mundo, tiene 65 millones de años de historia y su belleza es proporcional a su antigüedad.

Por ello, la fotógrafa australiana Leah Kennedy ha querido inmortalizar este espectáculo de la naturaleza.

Las condiciones perjudiciales para la vida de este lugar crean un entorno prohibido, mágico y lleno de colores que conciben una de las mayores bellezas de la naturaleza. Al igual que en ésta época de otoño, el desierto se tiñe de colores amarillos, naranjas, marrones y rojos que consiguen una combinación que seduce a aquellos que lo ven.

Kennedy, transmite a través de esta serie de imágenes la infinidad de curvas de estos celestiales paisajes desérticos. Parece que nunca acaban debido a su variedad de formas asimétricas que confunden a la mente humana.