CaixaForum revisa el espacio permanente dedicado al pintor Anglada-Camarasa para ofrecer a los amantes del arte una visión más personal y cercana del artista a través de 33 pinturas. La exposición presentada esta mañana y que abrirá sus puertas este jueves rinde asimismo un sentido homenaje al museo familiar del Port de Pollença, 50 años después de su apertura.

La directora de la entidad, Margarita Pérez-Villegas, ha recordado que el pintor modernista conservaba en su casa una serie de obras realizadas en el contexto artístico de la Europa de las primeras décadas del siglo XX, del que participó directamente desde París. Su idea era mostrarlas al público junto con las colecciones de indumentaria, objetos, estampas japonesas y mobiliario que iba reuniendo y en ocasiones utilizaba como fuente de inspiración. Siguiendo esta premisa, su familia creó un museo en el lugar donde vivió en Port de Pollença. Este espacio abrió sus puertas en 1967 y las cerró en 1989. Ahora, CaixaForum inaugura mañana H.Anglada-Camarasa. Una revisión pictórica de la Colección ´La Caixa´, que quiere rendir homenaje a este museo, 50 años después con un gesto de complicidad respecto a la disposición original de las piezas. En la sala, destaca un sofá particular prestado por la familia y que en su día también ocupaba el centro de una de las salas del museo de Pollença. Esta revisión muestra también otros trabajos que, agrupados por temas y uso del color, señalan algunos de los motivos que más le interesaron como la figura femenina, el paisaje y las flores.

La comisaria y nieta del pintor, Sílvia Pizarro, ha explicado que la muestra se inicia con la impactante figura de La Sibil·la, una "obra excepcional muy representativa" para luego detenerse en algunas de las figuras femeninas creadas por el pintor como Georgette Leroy, Núvia valenciana o Figura ajaçada en un sofà. La exposición da paso a algunos de los paisajes más conocidos del entorno de Pollença como Galls, Mercat o Grutes. Tras esos paisajes, llega la magia de las composiciones florales con pinturas como Columna florida, que dialogan a la perfección con el inmenso Valencia. El final de recorrido culmina Tango de la corona, que está acompañado por pinturas como Zambra I o Camperoles. Posta de sol.

Pizarro ha remarcado que tanto Valencia como Tango de la corona participan en el discurso coherente de la sala. La muestra exhibe obras que tenían mucha importancia para Anglada-Camarasa y piezas más pequeñas que son igual de significativas para entender el uso del color, la materia, la temática algo que "permite intuir la amplitud de conceptos pictóricos que tenía Anglada-Camarasa".

La novedad de esta muestra es el innovador espacio educativo, Un mar de colores, que permitirá dar a conocer a los más pequeños al pintor y su uso del color de una manera didáctica y divertida. Podrán jugar con el cromatismo del pintor creando composiciones basadas en manchas de colores y se podrán sumergir en los fondos marinos de los cuadros del pintor descubriendo que dentro de su azul del mar se esconden miles de colores. Además se ha creado el Juego de pistas, que permite visitar la exposición de una manera divertida.