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Crítica Clàssica

La follia de Richter

Ensemble Tramuntana

Francisco Fullana, violí. Barry Sargent, director. Obras de Scarlatti, Vivaldi y Vivaldi-Richter. Teatre Xesc Forteza de Palma.

Público puesto en pie y aplausos infinitos para una sesión que quedará para el recuerdo de los que tuvimos la suerte de asistir. Fue el pasado viernes en el Teatre Xesc Forteza de Palma y en la cual el Ensemble Tramuntana, que dirige el violinista americano residente en Sóller Barry Sargent y nuestro concertista más universal, Francisco Fullana, unieron su buen hacer para presentar esa nueva visión que de Las cuatro estaciones de Vivaldi ha compuesto el compositor alemán Max Richter.

ebo decir que a la versión discográfica que el mismo violinista hizo con la City of Birmingham Symphony Orchestra dirigida por Carlos Izcaray no le supe sacar todo el espíritu que la nueva partitura esconde. Ha sido ahora, con esa interpretación en directo y con el acompañamiento de una formación reducida (dos violines, viola, violoncelo, contrabajo y clave) cuando he descubierto las sonoridades y los valores que esa obra barroca reconvertida en contemporánea tiene, que no son pocos. El sonido del violín realmente enorme, una afinación impecable y una interpretación entusiasta. No se puede pedir más. Francisco Fullana no demostró nada, corroboró lo que ha ido demostrando desde hace años, que es un super, un top ten. Fullana entiende esa partitura que no hace olvidar a Vivaldi pero lo actualiza. Richter, en un momento de follia escribió esas notas que convierten a Vivaldi en un músico contemporáneo, a falta de saber qué diría de ellas el gran maestro veneciano.

Por lo que al Ensemble Tramuntana corresponde, decir que en esas nuevas estaciones remarcó de forma soberbia el espíritu minimalista que el compositor escondió entre las líneas del pentagrama. En algunos momentos parecía que teníamos delante al conjunto de Wim Mertens o del propio Michel Nyman. Enhorabuena.

Ahora bien, el concierto tuvo otros momentos que debemos calificar de excelentes. Primero la Sinfonía número 9 de Domenico Scarlatti que abrió la sesión y, sobretodo, la Sonata número 12, en forma de variaciones sobre el tema La Follia, de Vivaldi. No creo sea posible una interpretación, en directo, tan interesante como la que nos ofrecieron Barry y sus muchachos. Magnífica en todo y muy barroca en la concepción. Una interpretación sublime, sin duda.

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