"Decía Alfred Hitchcock que cuanto más villano es el villano de la película, mejor es la película", como recordó ayer el director de Petra, Jaime Rosales. En el papel, él y los guionistas respetaron y buscaron esa máxima, aunque nunca imaginaron el origen del actor que encarnó a su personaje "magníficamente villano".

"Teníamos que ir con mucho cuidado para no llevarlo al cliché televisivo o cinematográfico. Hice un cásting con muchos actores, pero no acababa de encontrar a alguien que escapase del cliché y, al mismo tiempo, pudiese ser el marido del personaje de Marisa Paredes". Un día, paseando por la masía catalana en la que iban a rodar, el cineasta se topó con el dueño de la finca, Joan Botey, y le propuso hacer una prueba. "¿Te gustaría hacer de actor?", le dijo Rosales. "Que ruedes en mi finca es extraordinario. Encima hacer de actor y con Marisa Paredes puede ser divertido", le respondió el ingeniero químico y agrónomo de profesión.

La prueba "fue correcta y tenía unos atributos que podían ser bien explotados, como ligereza, sentido del humor, cierto misterio y una presencia física destacada", por lo que tras muchos ensayos, esfuerzo e ir puliendo el personaje que interpreta Botey, lograron "un villano que estaba en el papel y él ha potenciado haciéndolo mucho más cínico y cruel. Es un sociópata contra el que no puede hacerse nada", en palabras ayer en Palma del director de Petra.

El guion, guardado

Una técnica que utiliza Rosales para conseguir la máxima naturalidad en los actores es entregarles el guión para que lo lean una sola vez. "Después lo guardo y no lo leen más, así conocen la historia, pero no se aprenden el texto. En los ensayos, practicamos diversas técnicas para que se acostumbren a improvisar y lograr el tono que yo busco", explica. Con sus propias frases y la orientación continua del director, "la interpretación sale muy fresca, incluso con algún titubeo y más real. A veces dicen cosas que yo no he escrito y que son mejores que el guion", como explicó el autor del drama que ayer se estrenó en la sala Augusta y CineCiutat.