Seis meses ha durado el nuevo director del Museu de Mallorca al frente del centro. El arqueólogo Bartomeu Salvà (Palma, 1968) presentó ayer su carta de dimisión irrevocable ante la conselleria de Cultura.

De forma paralela, y según ha podido saber este diario, problemas de humedades en el museo que podrían haber afectado patrimonialmente los fondos han motivado en los últimos días una reunión de urgencia en la sede de Cultura.

Elegido en febrero pasado tras publicarse una convocatoria para sustituir a Joana Maria Palou, que se jubiló después de 15 años en el cargo, Bartomeu Salvà, historiador y profesor de la UIB, no ha conseguido hacer frente a la gestión y a los problemas de la entidad. Según algunas fuentes, el arqueólogo no habría contado con la ayuda interna necesaria para llevar a cabo el proyecto con el que ganó la plaza.

Para el STEI Intersindical el problema es otro y radica en el hecho de que los centros de Cultura deben ser dirigidos por personal facultativo (como lo era Palou, Salvà no lo es). "Desde hace unos años, estas plazas pueden ser ocupadas por docentes y sanitarios, sin ningún requisito concreto de titulación", reza el comunicado que ayer remitieron. El sindicato pedirá hoy mismo que archivos, museos y bibliotecas sean dirigidos por especialistas que han pasado un procedimiento que acredite que conocen el patrimonio que gestionan y la normativa aplicable.

La versión oficial de la renuncia de Salvà es que éste ha abandonado el cargo por "motivos personales" tras una baja laboral.

El Consell de Mallorca va a heredar en los próximos meses del Govern la gestión de un museo descabezado. Es el enésimo baile de cargos en la Conselleria de Cultura que dirige la ibicenca Fanny Tur desde abril del año pasado, cuando sustituyó a Ruth Mateu, relevada tras la investigación de los contratos al jefe de campaña de Més, Jaume Garau, y que a su vez sucedió a Esperança Camps.

Bartomeu Salvà ganó el procedimiento de libre designación para dirigir el Museu de Mallorca con un proyecto de gestión que contaba entre sus ejes principales la divulgación, la organización interna y la investigación. Tomó posesión en marzo, y entre sus propósitos figuraba asimismo la revisión del organigrama y funciones del personal.

"El museo se tendría que convertir en un espacio para los ciudadanos donde poder disfrutar de un sábado o un domingo en familia con actividades divertidas relacionadas con el arte y el pasado de nuestra isla", afirmó en su presentación.