The rider
Nacionalidad: Estados Unidos, 104 min. Director: Chloe Zao Actores: Brady Jandreau. Tim Jandreau, Lane Scott Cines: CineCiutat
Horace McCoy en su antológica novela ¿Acaso no matan a los caballos? equiparó una competición de baile en la Gran Depresión a la suerte de los equinos inservibles. La reciente película Lean on Pete tiene varias similitudes importantes con The rider. Historias de jóvenes adultos de clase media-baja rural buscándose a sí mismos con competiciones equinas de fondo. La primera diferencia es que esta película es casi documental. Sólo han variado el apellido de la familia protagonista y se narra como ficción para acceder a más salas de exhibición. La segunda variación es que se ambienta en los rodeos. Cuando un cuadrúpedo de la anterior película perdía fuelle para correr en hipódromos lo vendían a un matadero. Aquí (inicio spoilers) el tema principal enlaza con McCoy. Si un caballo se lesiona una extremidad lo sacrifican; si un humano queda tetrapléjico por caerse de él, le fuerzan a seguir viviendo. Ese personaje (real, Lane Scott) es secundario, Brady, el protagonista, ha sufrido una lesión cerebral más leve que lo tiene in albis. Puede hacer vida normal pero montar a caballo, su pasión, su único don, le puede provocar una recaída neuronal. Sin estudios, habitando en las yermas Badlands y con sangre medio india, pocas salidas más tiene, salvo currito de un supermercado o subempleos similares. ¿Esas son las únicas cartas que le ofrece la vida? Sus dudas, su desesperación, son comprensibles. Las escenas más documentales del filme (doma de varios caballos semisalvajes, visitas al amigo discapacitado) son fascinantes. El resto, algo más soso, se sostiene por la cuidada fotografía, la naturalidad de los no-actores y por no forzar el drama, no buscar la compasión o lagrimones fáciles.
