Una gran galería de arte. En eso se convirtió Palma Miles de ciudadanos tomaron las calles del centro para degustar las atractivas propuestas artísticas que las galerías, centros, museos e instituciones diseñaron para esta Nit de l'Art 2018, la gran fiesta del arte contemporáneo que desde hace 22 años organiza Art Palma. Y si su presidente, Frederic Pinya, invitaba a los ciudadanos a entrar en las galerías "sin miedo" para llevarse a casa un pequeño aperitivo de lo que sucede en el mundo del arte, lo que se vivió anoche más que un aperitivo fue una suculenta y apetitosa degustación de arte contemporáneo.

El programa artístico era de lo más atractivo, original, atrevido, interactivo e, incluso, olfativo. Sí, olfativo porque adentrarse en el espai Dipòsit del Casal Solleric fue toda una experiencia olfativa y visual con la propuesta de Mònica Fuster, Oleo, que exprime en su obra los aspectos cromáticos, lumínicos, olfativos y curativos del aceite. De aromas hablaba Mata Ombres en el Centre de Cultura Sa Nostra, donde los visitantes se acercaron a la India a través de 14 artistas que han plasmado en sus obras la experiencia de su viaje en Anantapur de la mano de la Fundació Vicenç Ferrer.

La Nit de l'Art también fue de lo más interactiva. La instalación Eskizos de Marcel·lí Antúnez en la colectiva Ells i nosaltres de Es Baluard fue una de las atracciones de la noche, igual que la intervención Walk the line de Carla Arocha y Stéphane Schraenen en la Maior. Ocho piezas tenía preparadas Lio Brepi en la plaza Mercat para interectuar con los amantes de esta fiesta cultural, que pudieron sentirse artistas por un momento y aportar su granito de arena en esta nit pintando una parte de las obras. "Interactuar con el público forma parte del arte. Así saben qué se siente al plantar algo en un pieza", reconoció el creador.

Fue una noche con propuestas atrevidas como la colectiva The cave wall was always there, donde Carlos Irijalba, Rafa Munárriz, Alice Channer, Steven Claydon, Claudia Peña Salinas, Lucas Simoes, N Dash y Ricardo Alcaide exploran en sus obras las relaciones entre varios materiales y el papel de los mismos dentro de nuestra forma de ver el mundo. También de experimentación sobre la materia hablaba el artista ucraniano Aljoscha en The ultimate reason for the existence of the universe en la Gerhardt Braun Gallery. En su primera intervención en España, apostó por una preciosa colección de esculturas, dibujos, pinturas e instalaciones que dialogaban con el espacio y conectaban con el espectador. También atrevido se mostró Mateo Maté en Canon, que viste la planta noble del Solleric. Atrevido y original porque el artista ha trastocado con gran genialidad el canon de belleza al modificar figuras clásicas para adaptarlas a una nueva realidad difusa y dispersa.

Un gran éxito y un gran impacto ha tenido Grip Face que tras siete años sin exponer en su ciudad natal ha regresado a la Pep Llabrés con Precollapse, una exhibición que muestra su obra más madura y personal y que ha causado grandes sensaciones entre los coleccionistas tanto locales como extranjeros. También grandes e innovadores fueron los dibujos de José Luis Puche en su primera exposición individual en la Xavier Fiol. Rica fue la propuesta de la Fran Reus con Smell Summer Rain de Isaac Lythgoe y Tot passa de Julià Panadès. Igual que en la Horrach Moyà con la colectiva Mezzanine 1 y Metallica de Susy Gómez. De la templaza del número 14 dialogaron las piezas de Miquel Mesquida con los visitantes de la Aba Art Lab mientras que Ángela Bonadies cautivó en Addaya. Bronce de Hannes Helmke e It's my pleasure to serve you de Tina Winkhaus fueron las apuestas de la Galeria K mientras 6a rindió tributo a la pintura de Magí Baleta, Miguel Ángel Campano y Luis Claramunt en Natures'80. La mirada contemporánea tomó la Gabriel Vanrell en una edición de la Nit de l'Art que destacó por la toma de conciencia pública sobre la importancia que tiene esta fiesta cultural para Palma. El Teatre Principal, la Miró Mallorca Fundació, el Museu de Mallorca, La Misericòrdia y Can Balaguer se rindieron a esta fiesta del arte contemporáneo con sus propuestas, igual que CaixaForum. El patio de La Misericòrdia sirvió de escaparate para las galerías de la Part Forana como Espai d'Art B2, Dionís Bennàssar y CCA Andratx. La comitiva política encabezada por la presidenta del Govern, Francina Armengol, descorchó a las 19 horas la Nit de l'Art 2018 en el Casal Solleric. "Es una noche muy especial. El objetivo es disfrutar del arte no solo una noche al año, sino lograr que forme parte de nuestra vida diaria y citas como esta ayudan a concienciar de la magnífica creación cultural que tenemos en las islas", comentó Armengol antes de disfrutar de la explicación del comisario Paul Waelder de la colectiva Tots els canvis s'han desat. "Es la mejor Nit de l'Art de los últimos años", sentenció el alcalde de Palma, Antoni Noguera. Y esta degustación de arte contemporáneo estuvo regada de música. Can Balaguer debutó en esa fiesta con La música és la resposta, una propuesta que primero subió a escena a Carles Congost y Josep Xortó y luego la intervención lumínico-musical de Albert Pinya y Joan Miquel Oliver, una de las grandes atracciones de la noche. Todo un espectáculo sensorial y musical fue Tel·lúric de Miquel Àngel Aguiló, que completó la muestra de Horacio Sapere en el Museu de Mallorca.