Con poco más de media entrada nuestra Orquestra Simfònica ofreció, el pasado miércoles, uno más de los conciertos de pre-temporada que sirven para calentar motores para la primera sesión de abono del próximo 27 donde se las verá con uno de los grandes directores internacionales, nada menos que con Leonard Slatkin.
En ese concierto de hace unos días, ni la formación ni el director, Joji Hattori, estuvieron excelsos, más bien parecían, los instrumentistas un tanto faltos de energía y el maestro sin encontrar un sonido adecuado para cada una de las obras del programa. Las intervenciones fueron correctas, pero poco más. Les faltó ese plus que hace que un concierto sea algo más que una lectura.
En la Obertura de El cazador furtivo de Carl Maria von Weber las cuerdas sonaron distantes, sin fuerza.
En el Concierto para trompa número 2 de Richard Strauss, destacó, sin duda, el solista Eric Terwilliger, uno de los mejores del mundo en su instrumento, que hizo una lectura intensa de la difícil partitura. Nada que destacar, ni para bien ni para mal en el acompañamiento orquestal. Mucha gesticulación por parte del director, pero con un resultado plano, falto de emoción.
La cosa mejoró un poco en la Sinfonía número 39 de Mozart, en la que, a partir del segundo movimiento la cosa cambió para bien. Muy bien el sonido de los timbales y de las maderas, con mención especial para Silvia Insa como clarinetista solista.
Orquestra Simfònica de Balears
Castillo de Bellver
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Eric Terwilliger, trompa
Joji Hattori, director
Obras de von Weber, Strauss y Mozart
19-09-18
