De Madrid al cielo, pero al cielo de Mallorca. Araceli Iranzo, creativa publicitaria, trabajaba en Madrid pero su cuerpo le pedía un cambio de vida, y acabó en la isla. Cuenta que cuando llegó, en el año 2009, la visitó con intensidad para empaparse de la cultura y del estilo de vida isleño, pues salió de la "locura" de la capital en busca de una vida más conectada, tranquila y sana. Una de esas visitas marcó su vida y su camino, ya que ha sido en Mallorca donde ha creado la marca en la que invierte su tiempo (cuando su maternidad le permite) desde ese mismo año: Antic Mallorca.

"Fui a Capdepera y visité el Museu de la llata. Me fascinó, me maravilló y quedé impresionada de ver cómo con un material tan sencillo podían hacerse objetos tan bonitos", explica. Allí mismo conoció la historia de ses madones de sa llata, un grupo de artesanas que siguen creando cestas de palmito con las técnicas de antaño. Araceli decidió que quería conocerlas, y ya saben lo que se dice: quien la sigue la consigue. "Una tarde me invitaron allí donde trabajan para que nos conociéramos y fue maravilloso. Después de esa tarde decidí que quería hacer cosas con ellas, de su mano". Y, como creativa publicitaria que es, vio muy clara la creación de una marca y los valores por los que apostar.

Así nació Antic Mallorca, la etiqueta que pretende poner en valor el trabajo artesanal de ses madones de sa llata y mantener viva esta tradición, esta manera de hacer y de trabajar el palmito. Araceli explica que, al principio, iba a ver a sus maestras con muchas ideas de formas y diseños, de las que ellas siempre le descubrían alguna referencia anterior. "Cuando ves que todo les recuerda a algo te das cuenta de que muchas cosas ya están inventadas. Y también de que con la artesanía no puedes hacer cualquier cosa, porque las técnicas y los materiales tienen limitaciones". Así, la idea de Antic Mallorca es recuperar esos diseños y darles un toque y un gusto contemporáneo. De alguna manera, se trata de rejuvenecerlos sin intentar hacerlos tendencia, pues las cestas y bolsos de Antic son piezas atemporales y duraderas. La inclusión del color a partir del bordado del palmito con telas de algodón moderniza estas piezas. "Para mí, aprender a trabajar el palmito „aunque de parte de la producción se encargan las artesanas de Capdepera„ y bordar las cintas ha sido todo un descubrimiento, porque siempre diseñaba en el ordenador. Ver como del trabajo manual puede salir algo tan bello me entusiasma".

Esa belleza, esa sabiduría que atesoran las manos de ses madones de sa llata -que se puede enseñar y aprender, Araceli es el ejemplo- es lo que realmente motiva a esta publicitaria afincada en Llubí.

"Me engancha el hecho de intentar mantener vivo este espíritu. En estos tiempos que vamos todos un poco locos, que se nos ha ido un poco el norte, quiero reivindicar lo sencillo, otra manera de hacer las cosas. Y con un resultado increíble", dice. Compartir los tesoros ennoblece. Y los tesoros compartidos, engrandecen.