-“Hay un hombre en España que lo hace todo...”, dice la canción de Astrud. Se le podría aplicar a usted con la cultura de aquí.
-No. Hay mucha gente que hace cosas. Es cierto que en los últimos meses estamos muy activos. También hacemos un esfuerzo por comunicar todo lo que hacemos. A lo mejor hay otros proyectos que esto no lo hacen. Los primeros años pusimos nuestro esfuerzo en la librería y dejamos un poco más de lado la gestión cultural. Y ahora que la librería ya empieza un poco a caminar sola, le sumamos otras cosas.
-Hay confusión sobre el tema. ¿En que consiste exactamente el concurso que ganaron para las fiestas de Sant Sebastià?
-El nombre es Servei d’Assessorament Musical per a la Revetla de Sant Sebastià. Es un contrato menor. Pero no es sólo un servicio de asesoría musical y no sólo es para la Revetla. Buscan diversificar las fiestas: quieren que haya otras actividades en los barrios y que haya otras disciplinas: teatro, circo, danza... Otra de nuestras funciones será la de hacer de mediadores. Por ejemplo, en las cuestiones técnicas. Asimismo, nuestro trabajo consistirá en coordinar el proceso participativo.
-¿Qué tipo de proceso van a aplicar?
-El Ayuntamiento quiere continuar con el mismo sistema del año pasado. Hubo una primera encuesta sobre gustos musicales y otra sobre la Revetla en general. Las conclusiones fueron que a la gente le gustaba pasear de plaza en plaza, y la mayoría aseguró que veía sus gustos musicales reflejados en la programación de los últimos años. Las encuestas se hicieron tanto online como presenciales. Seguiremos igual este año: con las mismas preguntas para ver si ha habido evolución. La segunda fase consistió en elegir los tres cabezas de cartel de tres plazas. También lo haremos.
-Hay una contradicción: los asesores han de ceñirse a las propuestas presentadas en su mayor parte por promotoras. ¿Dónde está la libertad para desempeñar su función?
-Uno de nuestros objetivos es conseguir que se presente el mayor número de grupos posible a la convocatoria que se publicará a mediados de septiembre.
-Las bandas no se presentan por sí mismas a algo tan complejo como un concurso. ¿Cómo piensan conseguirlo?
-En el futuro estaría bien que se replantearan otro sistema porque la Administración es muy farragosa, y tampoco agencias nacionales ven que vale la pena hacer tanto esfuerzo con el papeleo. Lo que vamos a hacer es explicar a todos los programadores, mánagers, grupos locales y agencias que se abre esta convocatoria para presentar bandas. Nos reuniremos , haremos una sesión informativa y una guía para facilitar la comprensión de los términos administrativos. También queremos hacer llegar la convocatoria a agencias nacionales y ver si conseguimos algo internacional.
-Abrir una convocatoria en septiembre para una revetla que es en enero. ¿Qué opina de los plazos?
-Son un problema. El margen es muy pequeño.
-Si estas cuestiones como los plazos o la dificultad de los concursos no están en las encuestas, ¿qué mecanismos reales tiene el Ayuntamiento para hacer autocrítica?
-Hay que tener una cosa en cuenta: Sant Sebastià no es un festival, es una revetla. No le podemos exigir lo mismo. Eso no quiere decir que todo esto se pudiera hacer con medio año o un año de antelación. Aquí le sumamos que los técnicos del Ayuntamiento son los que son y tienen los recursos que tienen. No sólo se dedican a esto. En Barcelona sí tienen un programador para las fiestas.
-Pla de Cultura. ¿Por qué hubo tan poca participación?
-No creo que fuera culpa de la conselleria. Es un tema difícil de gestionar en cualquier ámbito. A la gente le cuesta participar. En positivo, veo que es la primera vez que se han hecho las relatorias. Me parece interesante que se tengan estos documentos y se cuelguen en una página web. Es cierto que las mesas no se han sabido presentar de una manera atractiva para que la gente participe. El Pla de Cultura está muy bien por eso de ver la cultura más allá de una legistaltura pero le ha faltado realismo: juntarse con los ayuntamientos, con los consells. ¿Han participado los técnicos que después tendrán que desarrollar todo esto?
-¿La cultura quiere ser industria?
-Una parte no ha de serlo. Y otra sí, en el sentido de que la gente pueda vivir y cobrar por su trabajo. Pero hemos de ser consciente de que estamos en Mallorca y somos microindustrias o artesanías industriales. Pienso que aquí no sirve el modelo de Barcelona, aunque sea un éxito.
