Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Crítica de cine

Edipo roi

Charlotte Gainsbourg y Pierre Niney.

Desconfío de las novelas autobiográficas porque suelen convertirse en hagiografías camufladas. En la reciente adaptación Marguerite Duras, París 1944, la escritora minimizó el romance con su mejor amigo cuando su marido estaba en un campo de concentración y, una vez liberado, destrozado, se divorció.

Promesa al amanecer es la segunda adaptación (tras la de Jules Dassin, 1970, con Melina Mercouri) de la novela homónima de Romain Gary. Narra la juventud del futuro autor, tras su huida desde Lituania a Polonia, la migración a Francia, su participación como aviador en la II Guerra Mundial, y finaliza en México, ya con su primera esposa. Y trata sobre todo la intensa relación con su madre (Gainsbourg). Por ausencia de marido y etnia judía, en el periodo de entreguerras se vio forzada a desarrollar la picaresca (inventándose ser la representante de un famoso modisto parisino), abriéndose paso como hotelera en Niza, estimulando el ego del chico y a la vez mostrándose muy posesiva y agobiante. En ese sentido, orillando si es más o menos real, es un más que correcto drama edípico, rozando el melo. Eric Barbier repite algunos tics de Dassin (secuencias imitando cine mudo), omite otros (cámara lenta) y abusa con la animación por ordenador. Gainsbourg sobreactúa tanto como Mercouri (¿ambas por exigencias de los directores?). Pierre Niney (Frantz, Yves Saint Laurent) es un buen actor, con el pequeño inconveniente de que sus físico desconcentra por ser calcado al de Dalí. La película, por tanto, es una apuesta segura, creativamente muy poco arriesgada. Algún espectador/lector más inquieto hubiera preferido que se hurgara en aspectos más polémicos de la vida de Gary.

Promesa al amanecer

***

Nacionalidad: Francia, 131 mins. Director: Eric Barbier. Actores: Pierre Niney, Charlotte Gainsbourg, Pawel Puchalski. Cines: Augusta.

Compartir el artículo

stats