El museo Es Baluard acoge desde hoy y hasta el 3 de septiembre la "apuesta del cubo de hielo", una actividad que pretender "concienciar" a la gente de Balears de la importancia del ahorro de energía en los hogares y edificios público o privados. Para ello, en el patio central del museo se han instalado, al sol, dos cubos de hielo de mil litros de agua congelada: uno totalmente desprotegido ante el calor y el otro dentro de una caja aislada y estanca al paso del aire.

La iniciativa, paralela al II Premio Poraxa de Arquitectura Sostenible de Baleares, busca "demostrar la eficiencia del aislamiento térmico", según el estándar Passivhaus que según su delegado en las islas, Joan Brunet, consiste en combinar la arquitectura pasiva de nuestra zona geográfica con "un alto aislamiento, una alta estanquidad al paso del aire y una ventilación mecánica con recuperación del calor". En el mundo hay ya 4.339 edificios pasivos, 79 en España y 2 en Baleares. Según Brunet, estos edificios "reducen en un 75%" las necesidades de calefacción y refrigeración "con el ahorro que eso supone en las facturas de electricidad y gas".

Durante estos 15 días en que los bloques permanecerán bajo el sol, un sensor comprobará la temperatura tanto del exterior como del interior del cubo. Además, para fomentar la implicación de los ciudadanos, se podrá apostar respecto a cuántos litros del bloque aislado resistirán y, quién más se acerque, podrá pasar dos días en un hotel pasivo de San Sebastián.