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Rafa Cortés: "El teatro está muy vivo. Lo más moderno, lo más ´cool´ ocurre en un escenario"

L.A. firma la música original del anuncio que se estrenará en septiembre - "A través de los testimonios pretendemos despertar una curiosidad para que la gente acuda al teatro" - "La publicidad necesita moverse en códigos diferentes porque el público está cambiando"

Rafa Cortés (Palma, 1973), explica en su casa los detalles de su nueva productora y del anuncio del Principal. manu mielniezuk

¿Con qué voluntad nace su productora?

Es una productora muy colaborativa. A name like this es un nombre comprometedor que está relacionado con la filosofía del proyecto. No quiero que esté muy personalizada. Quiero trabajar con otros directores, con músicos, con instituciones… Es muy abierta, muy moderna. Durante años he tenido la suerte de trabajar a un nivel muy alto, con campañas publicitarias muy potentes pero siempre dependiendo de criterios ajenos. Ya voy acumulando muchas ideas que por diversos motivos no han llegado y es hora de darles salida. La productora es una vía para ser más directo. Quiero tener un contacto mucho más directo con la persona que me contrata; poder desarrollar mis largometrajes hasta que se conviertan en una realidad coproduciendo con otras productoras; incluir piezas documentales... En definitiva, poder convertir en realidad proyectos que me gustaría hacer.

¿Qué nos puede avanzar del anuncio del Teatre Principal que se estrenará el 12 de septiembre?

El Teatre Principal quería anunciar su nueva temporada pero en vez de centrarme en los espectáculos, mi propuesta pone el foco en la importancia del público. Así, unos cuantos espectadores cuentan historias personales para demostrar que el público no es un receptor pasivo. En la campaña se demuestra la parte activa, muchas veces inconsciente, del público a la hora de completar un espectáculo. Hemos encontrado desde un espectador de teatro clásico a una persona que le gusta ver conciertos de grupos modernos con la magnificencia de la Sala Gran; gente que disfruta de ver teatro en la Sala Petita ... Son seis historias y siete personajes porque en una hay niños. Desde todos estos prismas, la campaña despierta distintas emociones. La similitud con campañas anteriores como La Quiniela o la de PhotoEspaña es que sale gente explicando experiencias propias. Su relato es lo importante. Además contamos con la música original de L.A. Es una campaña afortunada porque podemos contar con un fenómeno como Luis Alberto Segura para componer la música de la campaña.

¿Dar voz al público es una manera de enganchar a nuevos espectadores?

Como toda campaña tiene un efecto convocador. Lo que pretendemos a través de estos testimonios es despertar una curiosidad, un interés para ir al teatro. Soy un espectador de teatro súper activo. El cine, que es a lo que me dedico, me parece un espectáculo de segunda categoría si se compara con el teatro porque una buena obra de teatro tiene un componente que el cine nunca podrá tener: estás viendo algo único que ocurre ante tus ojos, con el vértigo de que algo pueda fallar, con la seguridad de que aquello no volverá a ocurrir, será parecido pero nunca igual y con la posibilidad de influir. Es lo que da sentido a la campaña: tu experiencia en el teatro es única, tú eres Principal como reza el eslogan.

Como usuario, ¿qué papel desarrolla el espectador?

Evidentemente sin espectadores, la obra no tiene sentido. Hay una norma no escrita de que si hay más gente en el escenario que en platea, la función se debe suspender. La gente debe valorar la importancia de ir a ver espectáculos en directo porque el nivel de disfrute es tan elevado que no contribuir a que esto se mantenga vivo, es una irresponsabilidad. En la campaña hacemos un esfuerzo por recordarlo. Hay un efecto llamada. Algún día haré un documental sobre la importancia del público aparentemente anónimo. De hecho, la campaña me ha surgido porque llevo años reflexionando sobre ello. Hay uno de los personajes que explica lo importante de aplaudir de una manera o de otra. Es un momento crucial porque se está devolviendo a los actores lo que nos han dado. Si una parte de público aplaude de una manera sincera, muchas veces consiguen que los aplausos duren mucho más. Es un juego muy interesante entre el público y es algo que tengo en la cabeza desde hace mucho tiempo.

¿Qué papel debe jugar un teatro en una ciudad?

Hoy en día una ciudad ya tiene lo que tiene todo el mundo. Por ello, un teatro debe aportar un factor de diferencia. Por una parte, tiene que dar valor a la cultura local y, por otra, ofrecer una programación que recoja lo bueno de las grandes ciudades. El Principal lo hace muy bien, es como tener un amigo experto en teatro y que te diga en Madrid, Barcelona o Londres dónde tienes que ir. Ellos lo recogen y te lo sirven en bandeja. Fallas menos acudiendo al Principal. En Madrid, de tres que veo, dos no me gustan mucho. Esta es la responsabilidad de un teatro de ciudad pequeña. Si cuentan con un buen programador, las ciudades pequeñas tiene la ventaja de que sirven lo bueno de las capitales sin tanto margen de error. Es una de las cosas que creo que hacen bien los teatros de Ciutat, igual que el de Manacor.

¿Qué hay que hacer para reenganchar a los espectadores?

El teatro debe ser sexy. La programación debe ofrecer algo que sea atractivo, deber tener sex appeal. El Principal lo hace muy bien. El teatro está muy vivo, es muy actual, tecnológicamente tiene unas aportaciones muy difíciles de ver en otros espectáculos. Lo más moderno, lo más cool, lo más chulo ocurre en el teatro, delante de tus ojos.

¿Qué experiencia teatral le ha marcado?

La mejor experiencia que he tenido como espectador fue en un teatro en el que el actor principal abandonaba la sala y una cámara lo seguía mientras cogía un taxi para trasladarse a la otra punta de Barcelona. Él continuaba su monólogo. La platea lo seguía a través de una pantalla. Vimos cómo se hacía la cena y se metía en la cama. Es un nivel de modernidad y tecnología que deja en evidencia los espectáculos más completos. Tecnológicamente, el teatro de hoy ofrece cosas que una pantalla en dos dimensiones no me ofrece de una manera tan evidente. El teatro de hoy lo hace gente de hoy para gente de hoy. Es algo que parece que muchos lo desconocen.

Es una persona de contar historias. ¿Qué historia aún no ha contado y quiere contar?

Por ejemplo, el documental sobre la importancia del ser humano aparentemente anónimo es algo que quiero contar desde mi productora. También estoy escribiendo con un guionista local otro largometraje. Es una historia sobre el milagro, tengo ganas de hablar de milagros, de la fe, de lo verdadero y lo falso. Tengo ganas de hacer pequeñas ficciones, hacer publicidad de una manera directa con el cliente directo y también me apetece vender cosas que no vayan destinadas a las masas. Ya he vendido Coca-colas, McDonalds, Quinielas, cupones de la ONCE... Lo seguiré haciendo. Es lo que me mantiene vivo y lo que me fascina. La productora es un complemento. Tengo una lista escrita de cosas que quiero hacer. Serán piezas pequeñas, largometrajes, no descarto proyectos para la televisión on line, colaboraciones con músicos, con arquitectos, con otras disciplinas…

¿De qué anuncio está más orgulloso?

Mi mejor anuncio es el primero, el de PhotoEspaña. No lo superaré nunca porque estaba hecho con mucha inocencia, muy poco dinero, con prisas… Era el 2008. Ahora me doy cuenta de que hace diez años que hago anuncios. La agencia SCPF estaba en un estado de gracia, el momento de creatividad más interesante. Tuve la suerte de que no tenían mucho presupuesto y en vez de llamar a un consagrado, me llamaron a mí que estaba empezando. He hecho cosas más grandes, más espectaculares, más caras pero el primer anuncio no lo superaré nunca. El de La Quiniela tal vez sea igual de bueno pero no es mejor. Tuve la suerte de trabajar con la agencia más brillante en el momento que estaba empezando y me dio una oportunidad muy buena. El mejor creativo del siglo, Toni Segarra estaba mano a mano conmigo.

¿Cómo ha evolucionado el mundo de la publicidad en estos diez años?

El momento álgido de la publicidad lo alcancé cuando empecé. Ahora, la publicidad necesita cosas diferentes porque el público está cambiando. Creo que el público va más rápido que la publicidad. Considero que la publicidad está intentando no aceptar que nos tenemos que mover en códigos diferentes. Mientras hay una publicidad estándar que sigue funcionando, la nueva publicidad, la que demandan las redes sociales, va un poco lenta. Al público le molesta que le interrumpan mientras está viendo una cosa. Eso es importante tenerlo claro. La mejor forma de hacer publicidad, y es lo que quiero hacer con mi empresa, es apostar por contenidos que de por sí tengan tanta calidad que la gente quiera verlos. Es mi gran apuesta. No molestará. Quiero hacer anuncios que para la gente supongan una razón suficiente para verlos. Y eso se debe realizar con la complicidad de las marcas. Es necesario que las marcas vean la posibilidad de crecer gracias a anuncios en los que la calidad sea el estándar principal. Los bancos lo hacen muy bien. Es la forma con la que las marcas deben relacionarse con el público. Los espectadores no quieren que les digan lo que deben hacer a la hora de ver una película. Hay que seducir al público con cosas que le interesen.

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