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Música

Clásica que rompe moldes

Igudesman & Joo subirán hoy al escenario del Festival de Pollença con su espectáculo ´A Little Nightmare Music´, una propuesta inexplicable donde se mezcla teatro y humor

El pianista Hyung-ki Joo, la mitad del conjunto Igudesman & Joo, que actúan hoy a las 22 horas en el Claustre de Sant Domingo de Pollença. c. darder

Hay espectáculos que no se pueden explicar porque tienen que vivirse. “Y porque están vivos”, precisó ayer uno de los protagonistas del concierto de mañana del Festival de Pollença, el pianista Hyung-ki Joo, la mitad de Igudesman & Joo —la otra mitad es el violinista Aleksey Igudesman—. Su show A Little Nightmare Music —que se presentó en el Claustro de Sant Domingo, lugar que acogerá hoy, a partir de las 22 horas, el concierto— fue, desde el principio, una de las apuestas más claras y firmes de los técnicos del festival, por su frescura y su dinamismo.

Este concierto tiene algo que no se puede explicar. Lo que pasa en el escenario es de complicada descripción aunque el espectáculo lleve girando por el mundo 15 años. Así lo aseguró Joo: “Después de todo este tiempo deberíamos saber definirlo, pero no es así. Es una mezcla de un concierto y algo más. Lo que hacemos es cambiante y está vivo. Es muy diferente lo que hacemos ahora a lo que hacíamos al principio”, sostuvo.

Hay algo de teatro, algo de humor, pero sobre todo, subraya el músico, hay música. “La música siempre está en primer lugar”, afirmó ayer Joo, que añadió que “no somos payasos haciendo música, sino músicos pasándonoslo bien haciendo música”. Es a esta razón que el pianista atribuye el respeto de la comunidad de la música clásica que, aunque ha costado, les ha merecido su particular forma de mostrar, exponer y descubrir la música clásica a su público. Porque si este tándem de instrumentistas tiene algo claro, es que “la música es para todo el mundo”.

Por eso, sus espectáculos tienen la sofisticación que demandan, muchas veces, los expertos de este ámbito, y la gracia, dinamismo y enganche que alguien que no sabe absolutamente nada de Mozart, Beethoven o Liszt, necesita para disfrutar de Igudesman & Joo en el escenario. “Suele haber muchos niños”, aseguró Joo, “porque su registro es apto para un público que va de los 8 años a los 88”.

Los inicios

“Los dos venimos de la formación clásica pero nos dimos cuenta de que este mundo era demasiado serio y elitista. Los conciertos parecían más funerales que celebraciones”, explicó Joo para contextualizar su decisión de crear algo nuevo. Ante esto, los compañeros decidieron crear el espectáculo al que les gustaría ir como público: más vivo, más orgánico, más divertido. “Lo que hacemos no es nuevo, sino más bien retro. Los conciertos de Mozart y Liszt eran mucho más abiertos”, comentó. Además, añadió que ellos no son ni rebeldes ni radicales, y que entre sus intenciones está aportar creatividad a la gente. Nunca es tarde si la dicha es buena: quizá hoy sea un buen día para enamorarse de la música clásica.

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