Nada más empezar la primera de las cinco funciones programadas en el festival de Salzburgo de L'Italiana in Algeri de Gioachino Rossini en el teatro Haus für Mozart, el pasado miércoles, empezó a llover, a diluviar. Y esa lluvia no fue motivada por el canto de los solistas y coro, pues los largos aplausos (diez minutos) al final de la función demuestran la calidad de los intérpretes, entre los que destacaba la soprano Cecilia Bartoli, por otra parte muy querida en la ciudad de Mozart que la ha elegido directora de un pequeño festival que anualmente llena cuatro días de junio de música, no infrecuente, pero sí un tanto especial, el Withsun Festival. Y es que la Bartoli, además de cantar como pocas el repertorio mozartiano y rossiniano apropiado a su voz de mezzosoprano tiene un especial interés en rescatar obras de compositores no habituales en los repertorios o bien obras poco interpretadas de compositores bien conocidos como Vivaldi o Haendel.
En esta producción del título de Rossini, que se había estrenado durante el pasado festival salzburgués de Pentecostés, Moshe Leiser i Patrice Caurier trasladan la acción a la casa de un argelino, jefe de una panda de mafiosos, a la que llegan un grupo de turistas italianos. A partir de aquí todo es un continuo ir y venir, de entradas y salidas, de engaños y malentendidos que, en forma de vodevil hacen las delicias de los melómanos, que además de aplaudir los momentos brillantes de la partitura, que son muchos, sonríen ante las situaciones en forma de caricatura que los dos directores de escena magnifican en esa producción muy colorista. Muy efectista la escena en la que la selección italiana de fútbol come unos espaguetis o la escena final con un barco llenando todo el escenario.
De la parte musical se encargó Jean-Christophe Spinosi quien dirigió a su formación, el Ensemble Matheus y al coro de la Filharmónica de Viena de una forma que une el concepto historicista con la modernidad, consiguiendo un sonido particular y muy elegante. Como ejemplo decir que los recitativos estaban acompañados por un pianoforte.
Spinosi y Bartoli ya habían trabajado juntos, lo han hecho en otras ocasiones y con Rossini como elemento de unión.
Además de la mezzosoprano italiana, que cantó el rol protagonista de Isabella, participaron en esa versión de L'Italiana in Algeri el bajo Ildar Abdrazakov como Mustafà, el tenor Edgardo Rocha como Lindoro, el barítono Alessandro Corbelli como Taddeo, el también barítono José Coca como Haly, la soprano Rebeca Olvera como Elvira y la contralto Rosa Bove en el papel de Zulma.
Al final, los aplausos del numeroso público que llenaba la sala obligaron a repetir el alegre concertante con el que acaba la obra.
