Siempre juntos

Nacionalidad: Brasil, 95 mins. Director: Gustavo Pizzi. Actores: Carine Teles, Otavio Muller, Konstantinos Sarris, Adriana Esteves. Cines: Augusta, CineCiutat.

Esta película se ubica en el neorrealismo del siglo XXI, amable, no excesivamente duro y tampoco hueco ni almibarado. Siempre juntos me ha recordado, salvando distancias geográficas, a la reciente The Florida project.

El título original se puede traducir como "cariño" o "bebé" en sentido amplio. La protagonista (Teles, coguionista) es una supermadre brasileña de entorno bastante humilde sin llegar a favelas. Tiene dos hijos adolescentes y una pareja de gemelos de unos seis años. El marido (Muller) tiene una pequeña librería-copistería y sueña con exitosos negocios que evidencian ser castillos de naipes. Los veinte días en los que ocurre la acción es el periodo desde que el hijo mayor (Sarris) recibe una beca para estudiar y competir en balonmano en Alemania hasta que se marcha.

También la hermana de ella se muda con su hijo pequeño por maltratos de su marido. La película sólo exagera algún rasgo de pobreza (la incapacidad de sustituir la cerradura principal de la vivienda); el resto del tiempo afina muy bien sus pequeñas alegrías (la obtención tardía del graduado escolar por ella, las escapadas domingueras a la playa), reveses (la incapacidad de vender otra propiedad, el acoso del cuñado) y esbozo de desigualdad social con la visita a una antigua empleadora. No provoca carcajadas ni angustia. La fotografía ofrece alguna floritura (los jugueteos de madre e hijos bajo una sábana) y Carine Teles se luce como madre al borde del ataque de nervios. Dramedia contenido, tierno, no deprimente. Homenaje a las millones de madres que se quejan, sonríen y se parten la cara por sacar a sus familias adelante.