La repercusión de Giorgio de Chirico va mucho más allá del mundo del arte. Sus paisajes solitarios y sus naturalezas muertas metafísicas se han convertido en referentes visuales. Con su preocupación por el subconsciente, fue uno de los precursores del surrealismo y uno de los puntales del retorno al clasicismo de los años 20.

El CaixaForum Palma inaugura hoy, en colaboración con la Fondazione Giorgio e Isa de Chirico (que preserva y difunde sus obras), 60 piezas del gran maestro italiano en la retrospectiva El mundo de Giorgio de Chirico. Sueño o realidad, que ya ha visitado Barcelona, Madrid y Zaragoza.

A través de óleos, dibujos, litografías y esculturas datadas entre 1934 y 1976, la muestra subraya la contribución al arte del siglo XX de este "artista que siempre va a contracorriente y es difícil de encasillar", en palabras de Isabel Salgado, directora de exposiciones de la Fundación Bancaria La Caixa. Las comisarias de la muestra, Mariastella Margozzi y Katherine Robinson, resumieron que la colección refleja "la búsqueda constante" del artista para representar con referentes que van del arte clásico al mundo industrial su "visión enigmática de la realidad", influida por su interés por el subconsciente y Nietzsche.

La retrospectiva no recoge las obras de su etapa inicial (las del arte metafísico de la década de los años 10 del siglo pasado) y que se exhiben en los mejores museos contemporáneos, pero sí repasa todas las facetas creativas del artista, desde las plazas italianas y maniquíes que le dieron el reconocimiento inicial, a su retorno posterior al mundo clásico y su etapa neometafísica de madurez. Y es que con su invención de la pintura metafísica protagonizó una de las revoluciones más importantes del arte y el pensamiento del siglo pasado. Desde la Fondazione, Lorenzo Canova explicó que este tipo de muestras sirven para dar mayor proyección internacional al gran maestro italiano. Así, la exhibición da a conocer sus motivaciones artísticas abriendo una ventana con vistas a su mundo metafísico e imaginario para dar a conocer al gran maestro del arte visual, de la escritura y de la reflexión crítica y teórica, un innovador que ha cambiado el destino del arte moderno.

Su obra se caracteriza por una incesante investigación a diferentes niveles: el técnico, el estético y el de la idea artística y su constante búsqueda de descubrimientos iconográficos y simbólicos.

La muestra, que se podrá ver hasta el 11 de noviembre, está estructurada en seis ámbitos. Arranca en la planta baja del CaixaForum, donde el espectador se adentrará en el mundo del gran maestro italiano a través de tres Retratos y autorretratos que introducen un interrogante en torno a la identidad: el yo y los otros. Margozzi explicó que la muestra continúa con Interiores metafísicos, ligados a su estancia en Ferrara (1915-1918), cuando De Chirico hacía el servicio militar y el descubrimiento de la arquitectura del Renacimiento, junto a la ciudad industrial con sus fábricas.

El tercer apartado, Plazas de Italia y maniquíes, se centra en la plaza de Italia de Roma y en la presencia del maniquí que culmina el enigma metafísico, detallaron las comisarias. En la primera planta se ubican las tres últimas secciones: Historia y naturaleza; Baños misteriosos y Mundo clásico y gladiadores, que describen un viaje a las raíces de la cultura europea como la búsqueda de la intimidad, el tiempo y la tensión entre realidad, ficción y teatro.