Lisandro Aristimuño es "viento del sur" cuando canta. Mezcla de poeta electrónico con guitarra acústica y folclorista con rock en los dedos, el cantante argentino de la Patagonia (Viedma, Río Negro, 1978) conquistó a su público este domingo en Palma con un concierto de esos que siguen sonando en el alma sempiternamente.

El centro cultural Casa Planas puso el escenario para la última parada de Aristimuño en su "cortita, pero intensa gira por España". El artista considerado como el más original, versátil y visceral de la última década en Argentina, con nueve discos publicados en su sello independiente Viento Azul, arrancó con Me hice cargo de tu luz y la sala que albergó los estudios fotográficos más importantes de Palma se encendió con su voz tan particular. Una canción de su disco 39 gradosen un recinto mediano con el aforo casi completo y donde la única pega quizás fue el calorón.

Una flor, Elefantes... Aristimuño dejó entrever su universo maravilloso y antes de seguir con su repertorio hizo un alto para saludar y agradecer: "A esta sala por dejarme estar aquí y a ustedes por venir un domingo". Como buen Hijo del sol brilló con sus estupendos solos de guitarra. Hoy voy a ser feliz coreaba el auditorio. En primera fila bailaban hechizados, pero con How long o Azúcar del Estero" se entregaron todos. "Viento del sur", reclamaba a gritos un argentino y Aristimuño respondió cómplice: "Esa canción no es mía. Los veo muy excitados... Esta isla es muy exitosa".

Risas, buen ambiente, su noche "apareció preciosa y el 'concierto' se mostró sin fin, sin fin". Con una enorme toalla rosa Aristimuño secaba el sudor de su cabeza, bebía un poco de vino y mucha agua. Para vestirte hoy sonó preciosa. No faltaron los delfines y estrellas de su último disco Constelaciones. Enamoró con El plástico de tu perfume y con Anfibio dijo hasta luego.

Un público heterogéneo, de todas las edades y orígenes, reclamó los bises y entonces el artista reapareció cantando por fin "Hoy se respira viento sur, ese que nace del frío"... A Tu nombre y el mío siguieron hasta cuatro canciones más. Acompañado de Martin Bruhn (batería) y Jacob Reguilón (bajo), la banda que recaló Madrid, Marbella, Sevilla y Barcelona, puso un broche mágico en Palma. "Ojalá volvamos pronto", se despidió y un "sos hermoso" espontáneo respondió por todos.